Felipe vuelve a ocupar la escena

LUCÍA MENDEZ – EL MUNDO – 03/05/15

· El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, mantiene un contacto continuo con González, quien en sus últimas apariciones ha dejado de mirar hacia Andalucía para poner sus complacencias en la sede central de Ferraz.

«Felipe González es como el gas, ocupa todo el espacio. Si apareces junto a él, te vuelves pequeñito, como si pesaras y midieras la mitad. Te arrolla con su gran presencia, te abruma, desapareces, eres invisible». Así resume de forma simbólica un dirigente socialista el efecto que las apariciones del ex presidente del Gobierno producen en el seno del partido. González ha vuelto a escena como el faro que quiere orientar a un despistado PSOE. Los socialistas españoles se mueven entre dos centros de poder: Sevilla y Madrid. Susana Díaz y Pedro Sánchez. Y Felipe González ha dejado de mirar a Andalucía para poner sus complacencias en la sede central de Ferraz.

El ex líder socialista ha multiplicado sus apariciones en actos del partido y en medios de comunicación. Nadie cree que este regreso a primer plano sea una casualidad, sino una forma de hacer valer su condición de icono perenne del PSOE en un momento de dificultad para su partido. El momento más sonado de la reaparición del ex presidente se produjo a mediados de abril, cuando, inopinadamente, en una conferencia municipal dio «todo su apoyo» a Pedro Sánchez como secretario general y pidió que todo el partido hiciera lo mismo que él.

La intervención fue interpretada unánimemente como el aval que necesitaba el actual líder socialista para ser el único candidato posible a La Moncloa en las primarias, previstas para este verano. No está claro si fue la dirección socialista quien le pidió al ex presidente este aval público o fue González quien lo hizo de forma espontánea. En todo caso, Pedro Sánchez ha presumido desde entonces del apoyo de su antecesor más ilustre.

La clave de este respaldo, según los dirigentes consultados, hay que situarla en el distanciamiento entre González y Susana Díaz. «Él quiere marcar distancias con Susana desde que ella le informó de que iba a anticipar las elecciones sí o sí, y que no pensaba pedirle su opinión. Desde entonces las relaciones entre ellos se han deteriorado. Susana tampoco entendió que él se descolgara en El País con que tenía información de que ella se iba a quedar en Andalucía y no intentaría el salto a Madrid», asegura alguien que mantiene una interlocución con los dos.

Por el contrario, las relaciones del ex presidente con el actual secretario general se han estrechado en las últimas semanas, y hay coincidencia en que González ha acogido a Pedro Sánchez bajo su tutela. «Felipe es alguien especial, nunca ha aceptado ser un jarrón chino, y en Pedro ha encontrado a una persona que le consulta, que le informa, que le llama, que le pide opinión sobre casi todo. Zapatero no le dejaba meter baza y con Rubalcaba no tenía necesidad, porque los dos eran lo mismo. Ahora Pedro se deja querer porque necesita todo el apoyo posible frente al contrapoder que representa Susana», señala un veterano socialista. Otro lo explica de esta manera: «Las últimas intervenciones de Felipe van dirigidas a conectar las municipales de mayo con las de 1979, en las que empezó el cambio. Pedro se está haciendo como líder y tira de los santones del partido para dotarse de legitimidad ante las bases.

A él le gusta que se sepa que tiene el respaldo de Felipe. La mayoría que le eligió secretario general está desdibujada por la ruptura con Susana. El PSOE es un partido con una iconografía, en la que pesa aún Felipe, pesa Rubalcaba y pesa Zapatero. Da la sensación de que Pedro quiere volver a los 80».

En este regreso a los 80, Pedro Sánchez se está saltando a la generación de Zapatero. También esto tiene una explicación, según los dirigentes consultados. Las relaciones entre el último presidente del Gobierno del PSOE y Pedro Sánchez atraviesan por su peor momento, como se vio en la conferencia municipal, en la que Zapatero fue marginado por el protocolo y no se le permitió hablar. «Zapatero se ha volcado mucho con Susana, y eso tiene a Pedro bastante mosqueado, incluso podríamos decir que un poco celoso. Al fin y al cabo, ella tiene la legitimidad de los votos y el PSOE está a nivel nacional en un 20% de intención de voto. Esto es muy duro, una situación desconocida en nuestra historia».

El episodio de la renuncia voluntaria a su escaño de José Antonio Griñán y del anuncio de Manuel Chaves de que no será candidato al Congreso en las generales ha abierto un cisma entre los veteranos del PSOE y Susana Díaz. En su última aparición en Antena 3, Felipe González salió en defensa de los dos ex presidentes socialistas, haciéndose eco del profundo malestar que ha provocado la actuación de la presidenta andaluza entre los veteranos del PSOE. «Ha dado la sensación de que el partido en Andalucía estaba sirviendo en bandeja las cabezas de Manolo Chaves y Pepe Griñán para favorecer la investidura. Era evidente que Chaves no iba a volver a presentarse. Pero utilizarles como piezas de caza, o dejar que parezca que son piezas cazadas por Podemos y Ciudadanos, ha sido lamentable. Un episodio que debilita nuestra propia posición política como partido serio y nos introduce en una nueva forma de hacer política que no es la nuestra. Es un error muy grave», resume un dirigente socialista.

Personas cercanas a Felipe González aseguran que la vuelta del ex presidente a primer plano no obedece a la voluntad de tutelar a los actuales dirigentes socialistas, sino a su voluntad de echar una mano. «El eco de Felipe es mucho eco, a él le gusta que el PSOE le reconozca y se siente muy satisfecho cuando le piden ayuda o consejo». Otros dirigentes, sin embargo, consideran que las intervenciones de González no aportan nada positivo al PSOE de cara a las elecciones, porque mucha gente ni siquiera se acuerda de quién fue el ex presidente.

Todas las fuentes consultadas coinciden en que Felipe González ha salido a escena con el fin de evitar la podemización del PSOE. «Una parte de nuestras dificultades ha venido porque durante un tiempo nos hemos podemizado», asegura un dirigente socialista. En las últimas semanas, la preocupación por Podemos ha descendido en las sedes del PSOE ante el debilitamiento en los sondeos del partido de Pablo Iglesias. Los más avisados señalan, sin embargo, que el PSOE sigue sin rebotar. «Nuestros adversarios, el PP y Podemos, están peor, pero eso no quiere decir que nosotros estemos mejor».

LUCÍA MENDEZ – EL MUNDO – 03/05/15