EL CORREO, 13/11/12
El ministro del Interior afirma que «solo un necio» puede pensar que el final de la banda «se escribirá con tinta de impunidad».
BILBAO. El ministro del Interior ofreció ayer su discurso más contundente sobre la política que debe seguir el Gobierno tras el cese definitivo de ETA. En el marco de un seminario organizado por la Fundación Luis Portero, Jorge Fernández Díaz rechazó cualquier posibilidad de negociar para conseguir la disolución de la banda, ya que al Ejecutivo le «basta y le sobra» con la ley para «liquidar» las «últimas estructuras» de la organización terrorista. «Solo un necio puede pensar que la última página de ETA se escribirá con tinta de impunidad o de equidistancia», subrayó el ministro de forma solemne.
Frente a las críticas lanzadas por distintos colectivos de víctimas a los planes del Ejecutivo en materia penitenciaria y en relación a los terroristas exiliados en el extranjero, el titular de Interior defendió ayer un discurso sin fisuras, sin dejar lugar a dobles interpretaciones sobre el camino emprendido por el Gobierno. Lo hizo durante una conferencia en la Universidad de Granada, organizada con la colaboración de la Fundación Víctimas del Terrorismo, en la que el ministro dio una charla sobre «la gestión del final de ETA». Según defendió, el escenario abierto tras el cese de la violencia no es sino «una historia de vencedores y vencidos», de «asesinos y víctimas», la historia de «un triunfo: el de la ley y la democracia sobre la tiranía liberticida de las pistolas y de las ideologías fanáticas bañadas en sangre».
Presentado por la viuda del que fuera el primer fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, asesinado por ETA, Fernández Díaz quiso despejar cualquier pretensión de «impunidad» al recalcar que el Gobierno preservará la defensa del Estado de Derecho para conseguir la desaparición definitiva de la banda. «Lo que nunca habrá es negociación ni equidistancia», remarcó. En este sentido, aseguró que las fuerzas de seguridad «no bajarán la guardia» hasta poner a disposición de la Justicia a todos los miembros y colaboradores de la banda.
La aplicación de la ley es, según dijo, la idea fundamental que debe guiar la gestión del final de ETA. El segundo pilar, añadió, pasa por asegurar la «difusión auténtica» del relato de lo sucedido, ya que el Ejecutivo no tolerará «jamás» una versión «adulterada o sesgada del dolor causado por ETA año tras año». Ante este nuevo escenario, el ministro apuntó también como algo ineludible el «permanente reconocimiento y la obligada gratitud» a las víctimas del terrorismo para asegurar que «su sacrificio no ha sido en vano». El Gobierno –insistió– combatirá en este frente el «relato contaminado» de ETA porque los terroristas «no son luchadores, sino criminales de la peor especie».
Terroristas huidos
A preguntas de los periodistas, Fernández Díaz se refirió a la carta remitida al presidente del Gobierno por Consuelo Ordóñez, presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco, en la que cuestiona los planes de Interior con los etarras huidos. A este respecto, quiso zanjar cualquier polémica al asegurar que el Gobierno está «controlando» que ningún ‘refugiado’ de ETA en el exterior pueda volver «impunemente» a España si todavía tiene que «saldar cuentas» pendientes con la Justicia. «Todo lo contrario de lo que algunos están diciendo», apuntó, antes de asegurar que «algunos parecen hablar más como representantes de un partido que de una asociación de víctimas del terrorismo».
«Las asociaciones saben muy bien que el Gobierno ha estado, está y estará al lado de la víctimas», remarcó el ministro, quien reveló que el Gobierno trabaja para que cuando haya etarras residentes en otros países que se acerquen a las embajadas o consulados para solicitar la documentación necesaria con la que regresar a España no puedan hacerlo sin comparecer ante los tribunales.
EL CORREO, 13/11/12