EL MUNDO 06/03/14
· El PSOE ha cerrado las puertas a cal y canto al PSN a apoyar una moción de censura contra el Gobierno de Yolanda Barcina en Navarra.
La Ejecutiva Federal enterró a última hora de la tarde de ayer la pretensión de los socialistas navarros de echar a toda costa del poder a la presidenta foral, al ordenar no formalizar la presentación de una moción de censura ni tampoco votar a favor de ninguna otra que pueda presentar alguno de los otros partidos de la oposición.
La contundente decisión de Ferraz llega justo antes de que esta tarde el PSN reúna a su Comité Regional para, sobre el papel, ratificar la postura que adoptó el pasado sábado la Ejecutiva de avalar una moción de censura contra Barcina para provocar la convocatoria de elecciones el próximo 25 de mayo, coincidiendo con las europeas.
Sin embargo, el PSOE fue muy claro ayer al determinar que no se impulse ni apoye ninguna iniciativa para desalojar del poder a Barcina, con lo que, en teoría, los socialistas navarros deberían acatar la orden y desistir hoy de seguir adelante con su propuesta de expulsar a UPN del Gobierno. Lo contrario sería un desafío en toda regla al líder del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba.
El PSN ha vuelto a quedar así en evidencia ante los dictados de Ferraz, que ha dejado en una posición muy delicada al secretario general de los socialistas navarros, Roberto Jiménez, que ha decidido liderar, sin el consenso de Madrid, la moción de censura contra Barcina, a quien llegó a dar 15 días para dimitir o su partido la «echaba». Decisión adoptada tras escuchar las acusaciones de «injerencias e intromisiones» vertidas por la ex directora general de Hacienda Idoia Nieves contra la consejera de Economía, Lourdes Goicoechea.
Amparados por los resultados de la comisión de investigación creada en el Parlamento navarro –que ha considerado probadas las prácticas de «corrupción» llevadas a cabo por Barcina y Goicoechea–, los socialistas navarros han insistido en su pretensión de sacar adelante la moción de censura en contra del criterio de Ferraz, que desde el principio rechazó adoptar la medida más extrema.
La razón, expresada ayer con claridad por el PSOE, es que no es posible impulsar una moción de censura sin los votos de Bildu, como ha podido «comprobar» la dirección nacional esta semana tras la ronda de contactos que ha mantenido el PSN con las otras fuerzas de la oposición en Navarra –salvo el PP, que respalda a Barcina–.
En realidad, la decisión estaba ya adoptada la pasada semana y el PSN lo sabía, pero aun así había decidido seguir adelante, retando a la Ejecutiva Federal a encontrar una solución. Ésta no ha llegado. La dirección nacional del partido se reunió ayer en Ferraz para tratar el asunto, con asistencia de toda la cúpula, incluidos el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, y otros dirigentes como Elena Valenciano, Óscar López y Antonio Hernando, y adoptó por unanimidad la decisión de vetar la moción de censura en Navarra.
El PSOE ha decidido de esta manera sacrificar al partido en Navarra para primar el interés nacional, a la vista del enorme desgaste que supondría respaldar una propuesta de tanto calado junto a Bildu y hacer coincidir esta circunstancia con las elecciones europeas, en las que el PSOE aspira a vencer al PP.
Esta decisión aventura en consecuencia una profunda crisis interna en el PSN, que ha visto como por segunda vez Ferraz veta sus decisiones. Ya en 2007, la dirección nacional rechazó el pacto previo alcanzado con Na-Bai e IU para gobernar en la Comunidad Foral de la mano de Fernando Puras, que dimitió de sus cargos tras la decisión de Madrid.
El PSN decidió seguir con el órdago lanzado a la Ejecutiva Federal a pesar de que era consciente de que un nuevo rechazo de Madrid supondría un descrédito enorme para el partido y para Jiménez, a quien el resto de grupos de la oposición ya reclamó su dimisión en caso de verse forzado a no poder llevar adelante la moción de censura contra Barcina.
EL MUNDO 06/03/14