Es tradición en los partidos españoles confiar en que su público tenga memoria de pez y que al votar ya no recuerde los compromisos incumplidos. Esto les pasa a todos, pero al PSOE especialmente y ello por dos razones: no en vano se jactan de ser el partido que más se parece a España y porque han sido también más incumplidores: por haber estado más en el Gobierno y también por vocación.
Pedro Sánchez había llevado al virtuosismo el intento de fomentar el olvido de sus votantes, usando toda clase de triquiñuelas y convirtiendo los mítines a los que viajaba en Falcon por cortesía de los contribuyentes (ya se sabe que a escote nada sale caro) en antesala de sus Consejos de Ministros. Lo que prometía el sábado se convertía el martes en letra del B.O.E. Había dos clases de promesas: las que eran inanes por redundantes y las que no se pensaban satisfacer. Así hemos asistido a la multiplicación de los pisos y los peces, a la subvención a los jóvenes para viajar en interraíl, a avales para comprar casas, a la mejora de los centros de atención primaria, a los 38 millones para el plan de salud mental, el derecho al olvido oncológico y a la subvención de las entradas de cine para los mayores de 65 que solo deberán pagar dos euros. En su comparecencia del domingo (si es que comparece) podría anunciar qué nuevo gasto público va a llevar al Consejo del martes.
Esto, sin que los palurdos de Podemos se enterasen. Nada de esto ha calado en la memoria de su público. Tampoco va a quedar memoria de los gestos. Recuerden el arranque de campaña en la Casa Blanca, con lo mal que se apaña en Washington. En 2015 dejó plantados a sus presuntos oyentes de la Universidad George Mason porque se perdió en la ciudad. El rector Ángel Cabrera anotó un deseo en su cuenta de Twitter: “Espero que sepa lleva un país mejor de lo que maneja el GPS”. Era un deseo inútil, como hemos podido comprobar. Ahora le han cedido el aparcamiento para su rueda de prensa.
Pero con el final todo fue a peor. Compra de votos en: Mojácar, Murcia, Melilla, La Gomera, Cáceres, Huelva y Zamora, alteraciones del censo en Orihuela del Tremedal y en Níjar, donde los concejales socialistas han llegado a censar en sus casas a 20 personas, el segundo candidato en Santa Cruz de Tenerife, detenido por haber roto la pierna a. alguien que lo increpó, un candidato del PSOE por Valencia, miembro de los Latin Kings, y last but not least, el número 2 del PSOE andaluz, implicado en el secuestro de Vanesa Romero, una ex concejal de Maracena, porque “había que dale un susto” para que no piase. El fulano dio a la alcaldesa una bolsita de cocaína para que el secuestrador, que era su novio, se viniese arriba.
O quizá fuera que vuelve el pago pago en especie. Recuerden que en 1999 la mujer del abogado Rodríguez Menéndez propuso a un tal Ignacio Rocha asesinar a su marido a cambio de “50 millones, un Cartier y un polvo”, pero el mozo no cumplió el encargo. La raza degenera y no sabe hacer frente a sus compromisos.