ABC 30/09/14
· La Generalitat reconoce las incertidumbres económicas de la independencia
Los mercados han comenzado a mover ficha ante una hipotética independencia de Cataluña. La agencia de calificación crediticia Fitch colocó ayer bajo revisión negativa la solvencia de Cataluña, después de que la Generalitat decidiera convocar el referéndum de secesión para el próximo 9 de noviembre. En un comunicado, la firma señaló que en caso de que la autonomía pierda el apoyo financiero del Gobierno central a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), su deuda pasaría a tener una nota de «bono basura».
Fitch recordó que Cataluña mantiene una calificación de «BBB-», al igual que otras comunidades autónomas, gracias a este soporte del Estado. En caso de perderlo, rebajaría la nota de la región en «al menos dos escalones», por lo que su deuda entraría en un nivel de solvencia propio de los países al borde de la bancarrota, el llamado «bono basura».
Como destaca la firma, la revisión refleja «las crecientes tensiones entre el Gobierno central y el Ejecutivo autonómico tras la decisión unilateral de éste último a una consulta no vinculante sobre el futuro de la región».
Pero las consecuencias de una secesión no se limitarían a la región. Una Cataluña en quiebra, ase- gura Fitch, «tendría un immpacto negativo para todas as las autonomías que intennten acceder a los mercaados, así como para el Goobierno central». Fitch deecidirá sobre la solvencia ia catalana en «tres o seis me-meses».
Unas horas antes de que ue la agencia publicara este comunicado y emulando al escocés Alex Salmond, que ue con su Libro Blanco sobre bre la independencia escocesa esa intentó convencer, sin éxi-éxito, de las bondades de la separación del Reino Unido,o, la Generalitat también ha pu-publicado su guía de lo que pretende ser el nuevo estadoo catalán. Son 18 informes –1.366 .366 páginas, juntas tienen el gro-grosor de un listín telefónico;o; el de Salmond tenía 670– con los que sus autores, integraegrados en el Consejo Asesor parapara la Transición Nacional (CATN), pretenden demostrar que una Cataluña independiente no solo sería viable, sino que vendría a ser algo así como una Suiza del Mediterráneo.
No obstante, los mismos informes describen también un panorama menos optimista, asumiendo que una Cataluña fuera del euro sería inviable por los costes «muy difícilmente asumibles» que supondría un cambio de moneda. Solo por lo que respecta al funcionamiento de la administración, un divorcio no pactado de España costaría entre 4.500 y 5.000 millones al mes.
Ayer, mientras el Tribunal Constitucional se reunía para tumbar la ley de Consultas y el referéndum, el presidente Artur Mas presentaba en Barcelona el citado Libro Blanco, acompañado de sus autores y del presidente del CATN, el jurista Carles Viver Pi-Sunyer, quien fuera miembro del TC entre 1992 y 2001, y vicepresidente del mismo en los tres últimos años.
En sus informes, el CATN ha tocado todos los aspectos posibles, desde las relaciones futuras con el Estado español a la política monetaria. Sobre este último aspecto, y ante la exclusión del euro que se da por segura, el CATN reconoce que se dará una imposibilidad de que los bancos con sede en Cataluña accedan al crédito del BCE, así como dificultades para que Cataluña emita deuda soberana. Por ello, los asesores de Mas recomiendan a Cataluña establecer algún tipo de «acuerdo monetario» similar al que tienen firmado Andorra o Mónaco para poder seguir utilizando el euro, así como para acceder al crédito del BCE.