Florencio Domínguez: «Venezuela es el único país seguro para ETA»

El periodista, autor del libro ‘Las conexiones de ETA en América’, no tiene la menor duda de que el grupo terrorista vasco se siente cómodo con el Gobierno de Hugo Chávez, aunque asegura que el apoyo de Venezuela a ETA viene de lejos. También tiene claro que Sortu es la apuesta de Batasuna para regresar a la política en España.

–¿Los miembros de ETA siguen usando a los países latinoamericanos como guarida?

–Existen registros de que hay un número importante de etarras en Venezuela, algunos pocos en México, menos todavía en Cuba, y cifras insignificantes en otros países. Quizá la situación más cómoda para ellos es la de Venezuela porque no están perseguidos por el Gobierno de Hugo Chávez. Venezuela es el único país seguro para ETA.

–Pero Chávez entregó en 2002 y 2003 tres etarras a las autoridades españolas…

–Así fue. Ha sido el único gesto, pero no hay más registros de que los persiga, conociendo que en su territorio hay muchos etarras y muy cercanos a su Gobierno.

–¿Cree usted que ETA encuentra apoyo en el Gobierno de Hugo Chávez?

–La tolerancia hacia ETA en Venezuela no es específica del presidente ni del Gobierno actual. Todos los gobiernos le han dado acogida. Eso era resultado de la influencia que tenía allí una colonia de nacionalistas vascos procedentes del exilio en la Guerra Civil española. Era una colonia socialmente instalada, de éxito profesional, que tenía acceso a las élites políticas y que actuaba para que se acogiera a los miembros de ETA.

–¿Pero existe alguna especie de admiración por parte de Chávez hacia la banda terrorista o viceversa?

–Creo que ETA admira más a Chávez que a la inversa. No sé qué piensa Chávez de ETA, porque no lo ha manifestado públicamente. Lo que ha hecho ha sido continuar la política de tolerancia de anteriores gobiernos venezolanos. La presencia de etarras en el país latinoamericano es muy antigua. La primera célula se organizó en 1959.

–Lo que el Gobierno de Venezuela dice es que los etarras están porque se lo pidió el Gobierno español en los años ochenta [una treintena de etarras llegaron a Venezuela hace 20 años gracias a un acuerdo entre el entonces presidente español Felipe González y el venezolano Carlos Andrés Pérez]. Eso es cierto, pero sólo para un grupo reducido de etarras. La mayoría ha llegado de forma ilegal por su cuenta, recibiendo beneficios.

–La Interpol ha lanzado un código rojo contra Víctor Ramón Vargas Salazar, un miembro de las FARC presuntamente vinculado con ETA. ¿Qué sabe de esta persona?

–No conozco datos de su vinculación con ETA. Este hombre era miembro de la columna Teófilo Forero de las FARC y fue enviado a Madrid en el año 2000 para vigilar la embajada colombiana con miras a hacer un atentado.

–Justo en ese año Raúl Reyes [jefe guerrillero de las FARC dado de baja por el Gobierno colombiano en territorio ecuatoriano en 2008] desistió de cualquier contacto con ETA porque se encontraban en un proceso de paz con el Gobierno colombiano. Ramón Vargas fue detenido en Colombia en 2003 y estuvo en prisión hasta 2009, que fue puesto en libertad.

–Más allá de lo expuesto, no conozco datos que lo relacionen con ETA. Por eso me resulta curiosa la circular roja de la Interpol.

–Pero después del fallido proceso de paz de 2002 entre el Gobierno colombiano y las FARC, hay informaciones de que la relación con ETA se reanudó…

–Sí. Los datos que se conocen son prácticamente hasta 2008 y algunos indicios hacen suponer que no se han interrumpido. Son unas relaciones que comienzan a principios de los años 90 y que se han mantenido con algunos paréntesis. Son fundamentalmente actividades de intercambio de experiencias terroristas y de adiestramiento mutuo.

–¿Esa colaboración entre ETA y FARC se realiza en territorio colombiano o venezolano?

–Hace algunos años las FARC se encontraban con miembros de ETA en Cuba, pero Venezuela es hoy mucho más cómodo por su proximidad y porque allí pueden recibir instrucción terrorista. Les favorece la tolerancia de Chávez hacia a las FARC y hacia ETA.

–En los ordenadores de Reyes hay registros de un curso de ETA recibido por las FARC y dos mapuches chilenos en territorio venezolano en 2007.

–¿Qué debería hacer España para que los etarras no tengan un paraíso en Latinoamérica?

–Tiene que trabajar para disipar la imagen que todavía tienen algunos sectores políticos de ETA como unas personas que luchan por la libertad de los vascos. Y de alguna forma conseguir colaboración de los gobiernos, incluido el de Venezuela, para perseguir a los etarras.

–¿Qué opina de Sortu, el partido vasco que intenta entrar en el concierto político de España?

–Sortu es la apuesta de Batasuna para volver a la legalidad.

–¿Entonces la tregua de ETA, anunciada en enero pasado, era una antesala para Sortu?

–La tregua pretendía tres cosas. Primero, facilitar el regreso de Batasuna a la política. Segundo, facilitar la entrada de mediadores internacionales. Y tercero, a través de la presión de esos mediadores, que se pusiera en marcha un proceso de negociación.

–¿Qué nos falta por conocer acerca de la banda terrorista vasca?

–Seguro que no conocemos todo, sólo conocemos una reducida parte de la historia de su acción criminal. Nos hace falta por conocer el detalle de sus vínculos internacionales.


El libro más reciente de Florencio Domínguez, Las conexiones de ETA en América, revela los movimientos de la banda terrorista en Latinoamérica a lo largo de cuatro décadas. Según el periodista y escritor, el historial de vínculos de ETA en América es extenso: desde el MIR chileno, el FMLN salvadoreño, los sandinistas en Nicaragua, los tupamaros en Uruguay, los zapatistas de México, las FARC de Colombia, y recientemente los mapuches chilenos.

LAINFORMACION.COM, 9/3/2011