JUAN CARLOS GIRAUTA, ABC 18/08/13
· No sorprende el concepto de Junta Electoral que tiene Artur Mas: unos partidarios elegidos a dedo. Siempre en lucha con la semántica, los nacionalistas no quieren juristas sino «expertos». Expertos en general. Uno tiende a pensar que el mejor experto para tal órgano es, justamente, un jurista. Pero, con mejor criterio, Mas parece decirnos que esos dos términos son mutuamente excluyentes, de modo que ni el jurista puede ser tenido por experto, ni el experto puede ser jurista. Es de prever una junta electoral de antropólogos forenses, buzos profesionales y avezados taxidermistas. Cualquier cosa, menos alguien que sepa de leyes. Normal.
Hala, hala, prosigan sin disimulo con la limpia de juristas, que los carga el diablo y se la cogen con papel de fumar. El ordenamiento jurídico no puede seguir obstaculizando la… ¡vía catalana hacia la independencia! Que es, por cierto, el nombre que le han puesto a la cadena humana prevista para el 11 de septiembre. Una nueva actividad extra escolar para que no decaiga. Resultará vistosa aunque esta vez la Diada separatista movilice a la quinta parte de entusiastas que el año pasado. Para participar hay que apuntarse, con lo que ya vamos teniendo una especie de censo actualizado de buenos catalanes. La cadena humana consagra a su organizadora, la Asamblea Nacional Catalana, como motor principal de agitación y propaganda.
A todo esto, Albert Boadella se ha hecho unas fotos en respuesta a la iniciativa de la ANC donde enseña el culo a través de la estrella (obviamente agujereada) de una gran bandera independentista. Todo esto puede contribuir a la interesante polémica que se está viviendo en esta santa tierra desde donde escribo; trátase de un debate sobre la senyera catalana, considerada por la «Nueva Historia» –que financia Convergència– como origen de la bandera de los Estados Unidos. Que sí, que sí.
Sus «historiadores» denuncian una falsificación del pasado, una conspiración que permite presentar el Quijote como obra escrita en castellano, cuando lo cierto es que Miquel Servent (Cervantes) escribía en catalán. Este es el nivel. Se me ocurre que los defensores de la nueva historia podrían ser los expertos que necesita Artur Mas para su Junta Electoral: no solo no son juristas, sino que exhiben un absoluto desapego de toda regla, pauta y sindéresis.
Vamos a ver cosas muy inusuales y eso lo sabemos todos desde que el Parlament derogó la Constitución en Cataluña con su Declaración de Soberanía, acto fundacional que se cisca en el artículo primero de la Constitución (la soberanía nacional reside en el pueblo español), que anuncia el plan de ciscarse en el segundo (la indisoluble unidad de la Nación española) y que da por ciscado el tercero (las demás lenguas españolas [distintas del castellano] serán también oficiales en las respectivas comunidades autónomas. Ojo al «también».) Y el cuarto ([las banderas propias de las Comunidades Autónomas] se utilizarán junto a la bandera de España en sus actos públicos). Venga deyecciones.
Tanto rigor presenta el «proceso» de Mas que en su ampuloso «Pacto Nacional por el Derecho a Decidir» no cabe ni el PSC. Partidario del derecho a decidir, llevándolo bien a la vista en su programa electoral, Pere Navarro rechazó sumarse. Adujo, humanamente desencadenado, que CiU y ERC habían instaurado el pensamiento único, que su consulta era una filfa que anticipaba el resultado. Otro enemigo del pueblo.
JUAN CARLOS GIRAUTA, ABC 18/08/13