Fuga masiva de votos del PP a Ciutadans y de CiU a ERC

EL MUNDO 11/10/13

· ‘Populares’ y ‘convergentes’ pierden hasta un 20% de sus votantes, según el CEO.

La espiral secesionista catalana está asentando una tendencia ya incuestionable: que ERC y Ciutadans son los grandes beneficiados del órdago en términos electorales. La última encuesta del Govern dibuja una fuga masiva de votos del PP a la formación dirigida por Albert Rivera y de CiU a los republicanos. En ambos casos, el trasvase supera el 20%.

El nuevo esquema electoral se está conformando en base a una diáspora con rutas nítidas. Una es la que transita de CiU a ERC. El sondeo del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (CEO) pulsa el parecer de los catalanes tras el Debate de Política General en el Parlament, todavía con la Diada humeante, y evidencia cómo el 21,5% de los votantes del partido de Artur Mas se decantaría ahora por los republicanos. Del mismo modo que un 22,5% de los respaldos populares en los últimos comicios apoyarían a Ciutadans en unas nuevas elecciones. Alarmante resulta la pérdida de fidelidad del votante del PP y CiU, pues sólo el 45% y el 55% de sus electores repetiría.

Pero más grave es todavía la pérdida de confianza en el PSC. La indefinición lo lastra hasta el punto de que sólo conservaría el 43,7% de sus votantes. La encuesta deja a las claras la confusión del electorado socialista, pues un 18,4% no sabría en qué formación delegar. En la antípodas, justamente ERC y Ciutadans, que pueden presumir de una inquebrantable lealtad de su electorado. El 80,5% y el 77% de sus votantes seguirían respaldándoles.

El resultado de este cambio de cromos es una estabilización en el liderazgo de los republicanos, que se traduce en que el partido de Oriol Junqueras vencería en unas eventuales elecciones autonómicas por delante de CiU, manteniendo una distancia de cuatro puntos en intención directa de voto. La última encuesta del Govern otorga a ERC un 20,8%, frente al 17,1% de la federación nacionalista, cuando, en su anterior barómetro –elaborado en mayo–, los republicanos obtenían el 18,2% y CiU el 22%.

La gran variación se produce en la pugna por el tercer cajón, con un PSC que sigue pagando su división interna en torno a la cuestión identitaria con un descenso en barrena. Los socialistas caen ya al 6% de intención directa de voto y «empatarían técnicamente» con Ciutadans e ICV, que lograrían un 5,8% y un 5,5% de respaldo respectivamente. A reseñar que, en el sondeo de mayo, el PSC conseguía casi un punto más (6,9%) y los de Albert Rivera casi uno menos (5,1%). El PP, castigado por el histórico voto oculto en las encuestas del Govern, aparece ahora con un 2,8% de intención directa, frente al 2,1% del anterior barómetro. Y la CUP experimenta un notable retroceso: del 4,8% al 2,4%.

El director del CEO, Jordi Argelaguet, admitió con muchísimas reservas que el desmarque de Josep Antoni Duran Lleida de la apuesta independentista de Artur Mas es uno de los «elementos distorsionadores» que pueden explicar la debacle de CiU en favor de una ERC mucho más clara en sus planteamientos separatistas. «Tiene vistos de realidad, aunque esto no es monocasual», abundó.

Ni CiU ni ERC valoraron las estimaciones del Govern, pero sí se mostró satisfecho Albert Rivera, que se felicitó por «liderar» el espacio político contrario a la independencia y calificó a Mas del «mejor candidato de la historia de ERC». Una escéptica Alicia Sánchez-Camacho rechazó que las cifras del PP «se correspondan con la realidad».

Un 71% de apoyo a la consulta

Si estable se mantiene el liderazgo de ERC, también lo hace el respaldo a la consulta de autodeterminación. Según la encuesta hecha pública ayer por el Govern, el 71% de los catalanes apoyaría el referéndum, frente al 74% del pasado año. El director de la encuesta restó importancia en términos estadísticos a este leve descenso, que atribuyó a la «madurez del debate». También justificó la ausencia de preguntas sobre la tercera vía, defendida por Duran, ante la «falta de acuerdo» sobre el contenido del modelo federal que se puso sobre la mesa tras la Diada. / V. M.

EL MUNDO 11/10/13