Girauta, contra el «silencio» del constitucionalismo catalán

ABC 14/12/13

· El colaborador de ABC presenta su última obra: «Votaré NO a la secesión de Cataluña».

· Carlos Herrera «Durante muchos años, lo cool en Cataluña ha sido el independentismo y así hemos llegado hasta aquí»

Por una de esas «coincidencias» de la historia, como aclaró Esperanza Aguirre, ayer les tocó a ella y al periodista Carlos Herrera presentar en Madrid el último libro del colaborador de ABC Juan Carlos Girauta: «Votaré NO a la secesión de Cataluña». Con semejante declaración de intenciones, el acto en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid se antojaba una respuesta a Artur Mas y su referéndum. Por eso, la expresidenta madrileña se sintió obligada a empezar explicando al auditorio que le habían cursado la invitación hace «mes y medio». Da igual, reconoció, porque ella venía a arropar a un hombre «valiente» opuesto al «pensamiento único» en Cataluña desde la noche de los tiempos, cuando ningún defensor del ser español en Cataluña lo hacía; un «llanero solitario», en palabras de Herrera, que se atreve a ir a tertulias en los medios de comunicación catalanes arrastrando unas tesis en minoría absoluta. Aunque cada vez menos, coincidieron los tres.

Carlos Herrera recordó sus años en Barcelona, cuando estudiar una carrera universitaria allí aportaba una pátina de «modernidad» y de cosmopolitismo europeo que no se conseguía en la Complutense o en Salamanca. Luego eso cambió. «Yo sé muy bien de lo que hablo», señaló el periodista radiofónico. «Lo (moderno) en Cataluña desde hace muchos años es declararse independentista y así hemos llegado hasta aquí»; y eso explica que instituciones insignes, patronales, sindicatos y medios de comunicación de la en otros tiempos pujante sociedad –como «La Vanguardia», a la que citó– hayan hecho durante todos estos años causa común con un nacionalismo que les garantizaba «beneficio económico».

Esperanza Aguirre lo explicó citando a Edmund Burke en inglés y en español: «Para que el mal triunfe basta con que los buenos se estén quietos y no hagan nada». La presidenta del PP coincide con la tesis troncal del libro de Girauta: el «silencio» de los constitucionalistas catalanes, cuando no su confusión con el paisaje reinante –caso del PSC–, ha hecho mucho daño. «Falta pensamiento político unionista en Cataluña», cree Aguirre, y eso hace –apostilló el autor de «Votaré NO a la secesión de Cataluña»– que haya prosperado una variante peligrosa del pensamiento débil: el uso del lenguaje como si fuera chicle hasta desvirtuar por completo el significado de las palabras.

Girauta citó como quintaesencia de ello la habilidad del líder de Unió Democrática de Cataluña, Josep Antoni Durán i LLeida, para apadrinar una «tercera vía» federalista sin bajarse de la coalición independentista, y a su vez mantener en el Congreso su estatus de nada menos que presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores. «El problema es que eso se acaba porque hay que decir la verdad».

«Yo vi apagarse Barcelona»

Girauta, que entabló un coloquio con asistentes al encuentro, como la exministra de Exteriores Ana Palacio o el también colaborador de ABC Hermann Tertsch, declaró con pena: «yo he visto apagarse Barcelona», aquella ciudad alegre y cosmopolita de los 70, fagocitada por un nacionalismo que hizo del «entrismo» en todas las organizaciones su razón de ser y uniformizó el pensamiento, coincidió Herrera.

Girauta parte de una premisa que él mismo admite «polémica»: la de que en algún momento, sea el 9 de noviembre o después, la sociedad catalana será llamada a pronunciarse en una consulta porque de hecho «no existe otro debate». Y los constitucionalistas no pueden empeñarse en su estrategia del «silencio», en la idea falsa de que eso no va a ocurrir. Y mucho menos, hacer el caldo gordo al independentismo, como se lo han hecho los cuadros del PSC, que no las bases, durante muchos años.

«Yo creo que Rajoy respondió como debe hacerlo un presidente del Gobierno; lo que me duele es que haya hecho falta llegar a esto (la convocatoria del referéndum)», dijo Girauta, contento por que el jefe del Ejecutivo y el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, tardaran pocas horas en dar una respuesta conjunta y coordinada al desafío separatista. Porque, según Esperanza Aguirre, «en Cataluña durante mucho tiempo los buenos han estado cruzados de brazos».

ABC 14/12/13