Gota a gota

MANUEL JABOIS, EL MUNDO 11/01/14

La asociación Tantaz Taz presentó el 2 de enero una iniciativa llamativa para hoy: llenar Bilbao de mar. Una gran ola saldría de La Casilla y otra del Ayuntamiento para encontrarse formando un océano. Gota a gota y por un colectivo especialmente sensible: la población reclusa.

Hay que reconocerle al abertzalismo la apropiación poética del discurso. Derechos humanos, océanos y libertad; proteger al débil y marginado, desenmascarar al poderoso señalando su intolerancia y soterrado fascismo, heredero de una tradición genéticamente española. A veces pienso en Gurb, aquel extraterrestre que Eduardo Mendoza puso a circular por la Barcelona preolímpica, y la impresión que se llevaría de percibir la realidad vasca con la información adecuada; le habrían inoculado tantas ganas de paz que acabaría cogiendo las pistolas.

Tantaz Taz lo que pretendía era reunir en las calles a miles de hombres para terminar con la dispersión de los presos, que es un objetivo noble si se presenta con chistera. Pero no se explica en ese comunicado, ni se explica nunca en ninguna parte, porque tampoco se hizo en la nota del sábado anterior de los presos («acumulamos 1.200 años de cárcel, no nos preguntes el motivo»), por qué hay tanta gente encerrada y lejos la una de la otra, ni a qué obedece esa excepcionalidad. A esa extirpación de la realidad tan generosa de los colectivos que quieren la normalización del País Vasco hurtando el contexto, como si fuesen a dejar atrás todo y en lugar de una nación quisiesen ser testigo protegido, se ha sumado el PNV tras la prohibición de la manifestación.

Si hay otra, dicen, ya será con el nacionalismo moderado. Legitima la parte más intragable de la paz que se quiere imponer, que consiste en que al silencio sobre la violencia le suceda el retoque fotográfico estalinista de los cementerios. Sólo hay gente encerrada pasándolo mal: deben manifestarse porque no hay familias que puedan sentirse molestas al cruzarse con la afición del asesino de su hijo. No ha habido partido político en la Historia tan dispuesto a dejarse engañar, tan entregado al timo como el PNV para fingirse tonto; si no se le llega a escapar a Arzalluz aquello de que unos agitan el árbol y otros recogen las nueces ni nos habríamos enterado: sólo llevan gobernando 30 años. Haciéndose el inocente hasta la culpabilidad.

MANUEL JABOIS, EL MUNDO 11/01/14