EL MUNDO 07/05/2013
· El rector de la UPV llama a Gotzone Mora y a otros cinco ‘exiliados’ a ocupar sus plazas.
El informe Proyecto retorno de la Dirección de Víctimas del Gobierno vasco analizó hace un año los problemas de los exiliados por la amenaza de ETA en su potencial regreso e identificó como uno de los mayores obstáculos la posibilidad de que sufran una nueva victimización por encontrarse en el foco público y sentirse moralmente obligados a volver. Es la sensación que comparten, en mayor o menor grado, los profesores exiliados que en los próximos días se reunirán con el rector de la Universidad del País Vasco, Iñaki Goirizelaia, quien les ha convocado por carta para abordar su reincorporación en el curso 2013 / 2014.
Los afectados son seis de las figuras más señaladas por ETA en la universidad pública: Gotzone Mora, Txema Portillo, Sara Torres, Francisco Llera y otros dos que prefieren ocultar su identidad. Dejaron el País Vasco y trabajan en otras universidades o instituciones mientras mantienen la plaza que ganaron en la UPV.
Las reuniones –tres mañana, dos el miércoles y una sexta el día 17– se producen después de que el rector les haya emplazado a regresar tras el «cese definitivo» de ETA en octubre de 2011, y en virtud de una información de la Ertzaintza según la cual los profesores no correrían «riesgo alguno que impida normalizar» su «situación laboral».
La mayoría acuden preocupados porque creen que van a ser mal recibidos por el entorno abertzale (profesores y alumnos). Temen insultos, amenazas y desprecio. Los casos más claros son los cuatro docentes cuya plaza está en la facultad de Ciencias Sociales de Lejona, núcleo de los cabecillas históricos de HB.
«Estoy muy disgustada», dice Gotzone Mora (Bilbao, 1948) desde el otro lado del teléfono en su sexto año de exilio. «No nos merecemos esto. Yo he hablado mucho con el rector, le he dicho que nos llevan al matadero. Hace un año fui a la universidad a dar clases de doctorado. Los del departamento ni me miran, no me perdonan; pasé unos pocos días allí y me quemaron un contenedor al lado de casa, nos odian. Una cosa es la pacificación para quienes nunca han cuestionado a ETA, y otra, para nosotros. La UPV quiere vender una normalidad que hoy por hoy no existe», indica la socióloga.
Francisco Llera (Caravia, Asturias, 1950) se muestra indignado. El catedrático de Ciencia Política destaca que en todos estos años «nadie» en la UPV se ha preocupado por ellos ni por sus familias. «Nos han acusado de hacer negocio con el victimismo. Hemos sufrido una ruptura tremenda con unas consecuencias personales y profesionales graves. Tenemos derecho a la justicia, al reconocimiento, no podemos volver en cualquier condición. Y menos, humillados, o señalados como si hubiéramos estado de vacaciones». A su juicio, no se dan «las condiciones» para volver. Duda de que su seguridad esté garantizada cuando hay informes policiales contradictorios.
También lo ven así 108 profesores que han firmado un manifiesto en su apoyo. Piden al rector que reconozca el mérito de los exiliados y no les incorpore «por la puerta de atrás».
EL MUNDO 07/05/2013