ABC – 25/09/15
· El PP despliega la rojigualda después de que ERC colgase una «estelada» del balcón.
· «Complicidad» Alberto Fernández (PP) denuncia la «complicidad» de Colau con la exhibición de la estelada.
En la recta final de la campaña del 27–S, guerra de banderas. Como si se tratase de una metáfora del clima de confrontación política que se vive en Cataluña por el proceso soberanista, el balcón del Ayuntamiento de Barcelona fue el escenario ayer de un tenso episodio por la presencia de una bandera «estelada», a lo que respondió el PP con una enseña de España.
Del mismo modo que el proceso de depuración de los símbolos de la monarquía borbónica emprendido en Barcelona lleva el sello de ERC –con la aprobación del grupo que sustenta a la alcaldesa Ada Colau–, el incidente de ayer también lo protagonizó el jefe de filas de los republicanos en la ciudad, Alfred Bosch. Con la plaza de Sant Jaume llena hasta los topes con motivo de la festividad de la Mercè –patrona de la ciudad–, Bosch y uno de los concejales de su grupo colgaron una bandera independentista de una de las columnas del balcón.
Anticipándose a lo que intuían que iba a hacer el grupo de ERC, Alberto Fernández, presidente del PP en el Consistorio, tenía preparada una bandera nacional, que con la ayuda de la edil popular Àngels Esteller también colgó del balcón como respuesta.
Si la acción de ERC casi era previsible, también la reacción del PP, más reveladora fue la actitud del primer teniente de alcalde municipal, Gerardo Pisarello, que trató de impedir entre forcejeos que se desplegase la bandera de España. Justo antes, cuando Bosch sacó la «estelada», Pisarello ni se inmutó. La secuencia duró varios segundos, hasta que el líder de ERC, en funciones de director de escena, hizo un gesto a su edil para que quitase la enseña independentista. Pocos segundos antes Fernández había hecho lo propio con la rojigualda. La función había acabado y Bosch ya tenía su foto. A su lado, la alcaldesa Ada Colau, el presidente Artur Mas o el exalcalde Xavier Trias, asistían al espectáculo como espectadores.
En declaraciones a ABC, Alberto Fernández, lamentó que el independentismo se esté apropiando del espacio público, ante lo cual, dijo, uno no puede «quedarse de brazos cruzados». El popular lamentó que se esté imponiendo entre la opinión pública que el soberanismo puede «expresar con orgullo su sentimiento y los demás deben callar y avergonzarse». «La bandera independendista se despliega con normalidad, y la española, oficial, a escondidas», explica Fernández. El popular denuncia igualmente la «complicidad» de Colau y su equipo con la exhibición de símbolos independentistas.
«Anécdota», según Colau
Por su parte, Ada Colau lamentó que se hiciese un uso «electoralista» del balcón del Consistorio. «Estamos por la libertad de expresión, pero el balcón del ayuntamiento representa la pluralidad», consideró Colau, que aseguró que la iniciativa de los concejales de ERC de colgar la bandera independentista les había cogido por «sorpresa» y que ella misma le había pedido al concejal Alfred Bosch que tuvieran «sentido común» y la retirasen. El popular Alberto Fernández aseguró, por contra, que Colau no atendió su demanda para que instara al republicano a quitar la enseña. Colau, como resumen, calificó el incidente de «anécdota» que enmarcó en el contexto de «los últimos momentos de campaña».
Visiblemente satisfecho por el protagonismo conseguido, Alfred Bosch aseguró que colgar la «estelada» es un «gesto de libertad y de esperanza». «Ninguna bandera ofende a nadie», dijo Bosch, y que, por eso, a él no le había ofendido cuando Alberto Fernández desplegó la bandera española, la «de un pueblo vecino, querido y amigo».
No es el primer incidente que a cuenta de símbolos y banderas se sucede en el Ayuntamiento de Barcelona. El pasado mes de julio, ABC daba cuenta de la intención del grupo de ERC de llevar a cabo un programa para eliminar la presencia de la Monarquía en el espacio público de la ciudad, lo que esta semana se ha confirmado con el anuncio de que van a revisarse los nombres de un mínimo de doce calles de la ciudad. Solo C’s y el PP se opusieron a la medida. El PSC se abstuvo.
A la iniciativa de depuración monárquica de ERC se sumó con entusiasmo BComú –la plataforma de Ada Colau–, que puso la guinda con la retirada del busto del Rey Don Juan Carlos que presidía el pleno. A modo de desagravio, la medida fue respondida al día siguiente también por el popular Alberto Fernández, que colocó en la peana vacía un retrato del Rey Don Felipe.