La unidad de las ovejas no suele bastar para derrotar al lobo, presidente. «La fuerza de la democracia y la palabra siempre derrotará al delirio totalitario» es sólo retórica. Debe explicar a los terroristas de manera pedagógica que la ruptura va a traerles un daño emergente, no sólo un lucro cesante. No hay manera de saber si es usted partidario de volver a negociar cuando lo pidan.
Cuando nos llega una noticia como la de ayer, lo esperado de la misma no disminuye el amargor del trago, mi señor Zapatero. La mala nueva de que la banda terrorista vuelve por donde solía ha liquidado definitivamente lo que tan impropiamente se ha llamado durante el último año y medio «el proceso de paz». Como dijo usted en su comparecencia de ayer, ETA ya había roto el ‘alto el fuego’ -¿qué quiere decir ‘permanente’? – el 30 de diciembre en Barajas. Los asesinos vuelven al tajo.
Necesitamos hacer balance del proceso negociador. Dijo que «ETA vuelve a equivocarse» sin que sepamos qué quiso decir. ¿Qué es preferible, que los terroristas acierten o se equivoquen en sus estrategias? ¿Considera que el Gobierno acertó?
Tampoco se entiende su confesión de que ha realizado esfuerzos para abrir un marco «en el que pudiesen defenderse todas las opciones». La expresión parece revelar implícitamente que en su opinión no todas pueden defenderse en este marco de convivencia. No se referirá usted a las independentistas, porque con una de ellas, ERC, gobierna su partido en Cataluña y es su socio parlamentario en el Congreso. En estos días, su partido en Navarra está deshojando la margarita para ver si forma coalición de Gobierno con otra, Nafarroa Bai. Supongo que entre «todas las opciones» no incluirá a las que comparten estrategia con una organización terrorista, ni a las organizaciones terroristas propiamente dichas.
El anuncio de que van a volver a matar merece el apoyo unánime de la sociedad en la condena y espero muy sinceramente que lo tenga usted, aunque antes debería explicar con más detalle para qué quiere la unidad. Parafraseando a Fernando de los Ríos podríamos decir «unidad para estar juntos», pero aquel «libertad para ser libres» que su correligionario espetó a Lenin tenía más sentido. Qué vamos a hacer cuando estemos juntos, si tenemos una estrategia para derrotar a ETA o confiamos en la inexorabilidad de los procesos históricos. La unidad de las ovejas no suele bastar para derrotar al lobo. «La fuerza de la democracia y la palabra siempre derrotará al delirio totalitario» es sólo retórica, presidente, como si dijéramos «dentro de cien años todos calvos».
Sería mejor que hiciese un balance de lo actuado, por si hubiera que corregir algo. No hace falta que se azote en público, bastará con que haga acuse de recibo a ETA. También debe explicarles a los terroristas de manera pedagógica que la ruptura va a suponer para ellos un daño emergente, no sólo un lucro cesante. Como no lo ha dicho expresamente, no hay manera de saber si es usted partidario de volver a negociar cuando ETA lo pida. En tal caso, deberíamos volver al balance: los terroristas están más fuertes y tienen más armas, su brazo político es más legal aquí y más legitimado internacionalmente, tiene representantes en los Ayuntamientos y dinero. Después de este proceso, estará en mejor posición para vendernos la misma burra la próxima ocasión.
Santiago González, EL CORREO, 6/6/2007