ABC – 17/11/15
· París reformará la Constitución para reforzar los instrumentos policiales y judiciales del Estado, que podrá internar preventivamente a sospechosos.
· Ante el Senado y la Asamblea Nacional, reunidas en una sola cámara excepcional, en el Congreso de la Nación, en Versalles, el presidente de la República anunció la tarde del martes medidas excepcionales para combatir el terrorismo islámico: reforma de la Constitución, solidaridad militar de la Unión Europea (UE), presentación de una resolución ante Naciones Unidas, «reunión urgente» con Obama y Putin para presentar un frente militar común destinado a «destruir» el Estado Islámico.
Se trata de un «salto cualitativo» excepcional, que aspira a hacer «evolucionar» institucionalmente el Estado ante un desafío histórico inquietante, reclamando una solidaridad institucional y militar europea que exigiría replantear el viejo y empantanado proyecto de seguridad y defensa común continental.
Más allá de las fronteras nacionales y europeas, el «primer círculo» de la crisis en curso, Hollande reclama la implicación directa de la ONU en la lucha mundial contra el terrorismo, proponiendo una alianza militar de nuevo cuño entre Francia, Europa, Rusia y EE.UU., con el objetivo estratégico común de destruir un Estado Islámico que se está transformando en el desafío más grave para la comunidad democrática mundial.
«Francia está en guerra», comenzó afirmando el presidente Hollande ante los diputados y senadores de la Nación.
El último acto de guerra contra Francia, continuó Hollande, «ha sido planificado en Siria, organizado en Bélgica y perpetrado con complicidades francesas; debemos asumir la trágica realidad: el viernes pasado, franceses mataron a otros franceses en París».
Dicho de otro modo. Francia ha entrado en una guerra internacional, con un frente abierto en sus suburbios, semillero y bastión inconfesable de quienes prestan apoyo al terrorismo islámico. Existen unos 780 suburbios con inmensos problemas de desintegración social y enfrentamientos multiculturales.
«Nuestro enemigo, el Ejército Islámico, no es solo el enemigo de Francia. Es el enemigo de Europa», afirmó Hollande y agregó: «Europa no puede vivir en la ilusión de poder escapar a las crisis que se suceden a sus puertas. Todos debemos asumir nuestras responsabilidades. El ministro de Defensa pedirá mañana a sus homólogos europeos la aplicación del artículo 427 del Tratado de la Unión, que prevé la solidaridad de todos los Estados miembros cuando uno de ellos es agredido».
Solidaridad policial y militar europea, que abre un frente continental en materia de seguridad común, cuando las crisis de Ucrania y los refugiados han dejado al descubierto temibles diferencias de sensibilidades. ¿Qué espera y qué puede esperar Francia de sus vecinos y aliados en el terreno de la seguridad y la defensa interior y exterior?
A juicio de Hollande, la solidaridad con Francia en materia de seguridad y defensa es una cuestión de vida o muerte para el proyecto político europeo: «Se trata, en verdad –sentenció Hollande ante el Congreso–, de un problema de “deconstrucción” de toda la UE». «Deconstrucción»… Palabra ambigua y complicada, que nombra involuntariamente el estado empantanado de la Europa institucional, víctima de varias crisis superpuestas (crisis de la deuda, crisis ucraniana, crisis de los refugiados, etcétera).
La guerra del Estado Islámico contra Francia solo es una forma de guerra contra toda la comunidad democrática internacional, subrayó Hollande: «Desde primeros de año, esa organización ha atacado en Francia, en Dinamarca, en Turquía, en Egipto, en Kuwait, en Arabia Saudí, en Libia. Esos ataques criminales contra poblaciones civiles exigen una respuesta colectiva de la comunidad mundial. He pedido una reunión urgente del Consejo de Seguridad para adoptar una resolución común».
Implicar a la ONU
Naciones Unidas está implicada desde sus orígenes en muchos conflictos históricos, comenzando por el conflicto entre Israel y el pueblo palestino. Esa implicación no siempre ha tenido los resultados esperados. A pesar de todo, el presidente Hollande considera indispensable implicar a la ONU en la guerra mundial contra el terrorismo islámico, para ganar, al menos, una tribuna de alcance planetario.
La eventual implicación de Naciones Unidas en la lucha mundial contra el terrorismo, deja en suspenso una de las cuestiones esenciales: ¿cómo combatir y «neutralizar» al Estado Islámico? Ya existe, desde 2014, una heteróclita coalición internacional y militar (esencialmente aérea) contra el Estado Islámico liderada por Washington, con participación significativa de Francia, Reino Unido, Australia, Canadá, Bélgica y Holanda, entre otros numerosos países que tienen una participación entre simbólica y modesta. La Rusia de Putin, por su parte, ha entrado en guerra en el frente sirio, con una implicación considerable.
François Hollande anunció una reunión con Obama y Putin «los próximos días», con el fin de «unir nuestras fuerzas y alcanzar el objetivo deseado: la destrucción de Estado Islámico». Se trata de una cambio doctrinal y estratégico: forjar una alianza de nuevo cuño, entre Europa, los EE.UU. y Rusia, con el fin de eliminar una organización criminal peligrosa para la seguridad mundial.
Hollande anunció la creación de 5.000 nuevos puestos de policías. «Para volver a los niveles de 2007», replicó Nicolas Sarkozy. En el terreno militar, Hollande se limitó a confirmar que no habrá supresiones de puestos en los ejércitos franceses, que ya son víctimas de recortes presupuestarios de cierta importancia.
Cuando Hollande pide ayuda y socorro militar a la UE, deja al descubierto el «techo» de la respuesta militar francesa, que el presidente anunció como «implacable». Durante el último año, los aliados de la coalición contra el Estado Islámico lanzaron 4.400 bombardeos en Irak y Siria. Solo un 5 % (unos 220) fueron bombardeos franceses. Militarmente, 2.000 soldados franceses, un porta aviones (el «Charles-de-Gaulle») y 10 bombarderos son una fuerza significativa pero modesta para cambiar el curso de la guerra, cuando Putin ha comenzado a enviar a Siria a soldados del ejército de tierra ruso y Obama ha desplegado unidades especiales.
La Francia de Hollande teme una guerra larga, dura y compleja, que ningún Estado europeo puede ganar en solitario. El presidente de la República enarboló en Versalles la bandera de la «indispensable unión nacional». Todo ello, a cuenta del objetivo de déficit público fijado por la UE, ya que Hollande señaló que «el Pacto de Seguridad prevalece sobre el Pacto de Estabilidad» y dejó un recado a Bruselas. La guerra contra el terrorismo es ahora la prioridad.
ABC – 17/11/15