La base de la Ertzaintza en la localidad vizcaína de Iurreta sirvió ayer de escenario para un sentido homenaje al artificiero Luis Hortelano, asesinado hace 22 años por ETA mediante una bomba trampa colocada en el barrio bilbaíno de Zorroza.
En el acto, en el que se inauguró un monolito dedicado a la memoria del agente, intervinieron el consejero de Interior, Rodolfo Ares, así como familiares y amigos al desactivador. En su intervención, el máximo responsable de la Policía autónoma advirtió a los presentes de que «a pesar de que jamás hemos estado tan cerca como ahora del final del terrorismo, ETA aún no ha desaparecido». «La Ertzaintza no va a desfallecer en este combate hasta alcanzar el objetivo de consolidar la paz y la libertad», añadió.
EL CORREO, 25/5/2011