El diputado catalán apeló al PSOE para que su voto sea en contra de esta tramitación. Considera que existe una contradicción entre el hecho de apoyar una comisión de investigación sobre las actuaciones de Jorge Fernández Díaz –ministro del Interior los últimos cuatro años– por el escándalo de las escuchas, de las que él deduce que buscaba orquestar operaciones contra líderes de Convergència y ERC, conocida como operación Cataluña, y apoyar el suplicatorio que, entiende, es consecuencia de lo anterior. Sin embargo, fuentes socialistas se inclinaban por votar a favor del suplicatorio. PP y Ciudadanos también se han pronunciado en este sentido. Unidos Podemos y los partidos nacionalistas lo rechazan. El PSOE es quien decanta la balanza para que se acepte o no.
A juicio del Supremo, existen indicios de que en su intervención el 9-N, Homs pudo cometer los delitos de desobediencia y de prevaricación. El juez dejó fuera el delito de malversación de fondos públicos. Homs es diputado, por tanto es aforado, y para proceder penalmente contra él es necesario que el Congreso apruebe el suplicatorio. La petición, tras el informe que tendrá listo la próxima semana la Comisión del Estatuto, se someterá a votación en el Pleno.
La argumentación de Homs para defender su posición en contra del suplicatorio fue, a su juicio, la instrumentalización de la Justicia por parte del PP. Argumentó que primero la Justicia catalana dictaminó que no había indicios para seguir adelante con la querella. «Se desestimó a principios de enero de 2015 y ahora se me quiere juzgar en el Supremo. Los hechos no han cambiado. La Fiscalía se ha plegado al mandato del Gobierno del PP. Hay una actuación gregaria del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y del Supremo», fue su análisis de los hechos.
En caso de que el Supremo lo inhabilite, Homs dijo que no hará «el ridículo» y acatará el dictamen.