EL MUNDO 30/04/14
· ‘Es intolerable condenar con matices’.
· El líder de los socialistas catalanes, Pere Navarro, rechazó ayer la actitud de «algunos líderes políticos» que han condenado los hechos violentos que han ocurrido en Cataluña en los últimas semanas «con matices». Estas respuestas le parecen «intolerables» e «indignantes», según explicó ayer en Madrid.
Sin citar de forma expresa a nadie, Navarro se refería a portavoces de CiU, ERC o ICV que han desvinculado el puñetazo que sufrió el domingo, o el zarandeo al ministro del Interior, de la tensión creciente que existe en Cataluña a medida que avanza el desafío soberanista de la Generalitat y los partidos que la soportan. «Resulta indignante», aseguró, «que quienes reciban la agresión sean considerados sospechosos».
Fuentes del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) apuntaron que el líder de ERC, Oriol Junqueras, ni ha llamado, ni ha enviado ningún tipo de mensaje a Navarro. Y que el presidente catalán, Artur Mas, le mandó un mensaje al día siguiente.
Navarro consideró ayer el puñetazo y el insulto que sufrió el domingo en Tarrasa, así como los zarandeos y los insultos al ministro Jorge Fernández, como «un síntoma» de «la situación de tensión y de crispación» que «está creciendo» en Cataluña. Para atajarlo, exigió a todos los responsables públicos que condenen «sin paliativos» la violencia.
El líder socialista hizo un llamamiento a la responsabilidad de todos, pero más de «los que tienen la responsabilidad de gobernar», en referencia tanto a Artur Mas y su Ejecutivo como a Mariano Rajoy y al Gobierno de España. Por la mañana en TVE, Navarro acusó a Rajoy y a Mas de protagonizar «escenas que alimentan la confrontación», como la de no verse el pasado jueves pese a que los dos participaron en un mismo foro en Barcelona. «Cuando ellos no dan ejemplo, cuando esto se traslada al conjunto de la sociedad, aparecen unos elementos fanatizados que llevan las cosas al extremo, al insulto, a la amenaza, a la confrontación. Es muy peligroso», dijo.
Fuentes del PSC apuntaron que los responsables de esta formación se están acostumbrando a que les insulten por la calle en Barcelona y en otras muchas ciudades de Cataluña. El Día de Sant Jordi, las personas que acompañaron a Navarro en su recorrido por la Rambla, entre ellas el secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, comprobaron y sufrieron «las miradas de odio» y «los insultos» de varios ciudadanos, según relataron.
Desde Cataluña, el Govern se esforzó ayer en desvincular la agresión a Navarro de la tensión soberanista. El portavoz del Ejecutivo, Francesc Homs, defendió que en Cataluña «nunca ha habido violencia» ni existe «crispación social» y cargó contra los que pretenden «combatir determinadas ideas criminalizándolas». «La democracia y el debate ni dividen ni crispan, sino que juntan», añadió el también consejero de Presidencia de la Generalitat.
Homs rehusó dar nombres cuando criticó a los que «aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid se han apuntado» a esta criminalización de la agresión al líder socialista, pero apuntó directamente al Gobierno. El portavoz de la Generalitat se declaró «sorprendido» de que el ministro del Interior decidiera revelar ayer que fue zarandeado e insultado a la salida de un restaurante el 6 de abril durante una reunión familiar en Barcelona. Homs dijo que no había tenido conocimiento antes del tal incidente y avisó de que existe una «tendencia» en el Gobierno a «construir un discurso» alrededor de los actos violentos y «a aprovechar para endurecer el funcionamiento del sistema y limitar los derechos fundamentales». Homs puso como ejemplo la prohibición de los escraches o la reforma del Código Penal.
«Hay cosas que los políticos tenemos que aguantar», aseveró el portavoz del Govern en relación a la agresión sufrida por Navarro, para después apelar a la necesidad de actuar con «mesura, serenidad y contención». En este sentido, Homs disculpó las apreciaciones del líder socialista y auguró que, «en unos días, tendrá más perspectiva» del suceso en el que se ha visto envuelto. Suceso que Homs volvió a condenar ayer «enérgicamente».
EL MUNDO 30/04/14