El colombiano más buscado por la justicia en España, es huilense. Víctor Ramón Vargas Salazar, oriundo de Campoalegre, aparece en una lista donde la Interpol ha lanzado un código rojo, su más alto nivel de alerta, y ordena su arresto en cualquier lugar del mundo lo antes posible.
Un campoalegruno se paseó por Italia, España, Panamá y Alemania en busca de vínculos con entre las Farc y la ETA. A Víctor Ramón Vargas lo busca la Interpol hasta en el último rincón del mundo. LA NACIÓN revela detalles de este supuesto colaborador de la guerrilla.
El colombiano más buscado por la justicia en España, es huilense. Víctor Ramón Vargas Salazar, oriundo de Campoalegre, aparece en una lista donde la Interpol ha lanzado un código rojo, su más alto nivel de alerta, y ordena su arresto en cualquier lugar del mundo lo antes posible.
La razón: Tendrá que responder por el delito de conspiración para cometer homicidios terroristas (código penal español), ante los organismos de seguridad europeos que lo acusan de ser el colombiano clave en establecer los vínculos entre las Farc y la ETA, la guerrilla más poderosa del mundo.
Asimismo, le achacan un frustrado plan terrorista donde pretendía asesinar al ex presidente, Andrés Pastrana, la ex candidata presidencial, Noemí Sanín y Francisco Santos, ex vicepresidente colombiano.
En realidad, este hombre de 37 años, de apodo ‘Víctor’ en la guerrilla, pero conocido como Chato en Campoalegre, jamás fue un guerrillero que disparó fusiles, portó camuflados o se internó en las selvas de este país para combatir con el Ejército.
Al contrario, fue un colaborador de saco y corbata de la guerrilla, según las autoridades colombianas que consideran se movió en España como pez en el agua en busca de que la ETA consolidara su apoyo a las Farc y le traficara armamento.
Pero, ¿cómo un huilense terminó convertido en un pez gordo de las Farc y un perseguido por autoridades mundiales? La explicación no la tienen sus amigos, familia y allegados en Campoalegre donde hasta hace una semana lo observaron pasearse por el parque como si nada estuviera ocurriendo. Vargas Salazar, gozaba de libertad provisional tras permanecer tras las rejas desde el 2003 hasta noviembre del 2009 en la cárcel de máxima seguridad de Combita en Boyacá.
Y es que lo sorprendieron cuando contrató una grúa de servicio particular y atrás cargó su carro tipo campero de placas BBY 885 de Palermo, cuyo interior contenía 54 kilos del poderoso explosivo TNT. El objetivo del hombre era movilizar el cargamento hasta el Hospital Militar de Bogotá y ejecutar una acción terrorista, se dijo en su momento. Hoy se informa que estaba dirigido hacía la casa bomba en el barrio Villa Magdalena, norte. El coche lo cargaba un conductor inocente sacaron de la investigación.
Su captura
El Chato’, cayó el 5 de octubre de 2003 en el barrio La Castilla en Armenia, tras orden de captura número 0509921 emanada por la Fiscalía Cuarta Especializada de Neiva por los delitos de terrorismo y tráfico de explosivos.
En el operativo de su captura se logró incautar mil dólares y el pasaporte con entradas a Alemania, España y Panamá. Ya, en la entrevista, la Fiscalía conoció que Víctor Ramón Vargas cumplía las labores de coordinación para el tráfico de armas, droga, al igual que contactos con organizaciones del narcotráfico y su principal interés de sus viajes a Europa era buscar contactos con un integrante de la ETA con quien pretendía negociar un atentado en España.
Por vehículo con explosivos, también fue capturado Víctor Julio Vargas, su padre, quien se dijo era su posible cómplice. El actual maestro del colegio José Eugenio Ferro, estuvo en la cárcel y después le archivaron el proceso en su contra por falta de pruebas.
Lo conocen
Todos conocen en Campoalegre de la participación de ‘El Chato’ en las Farc. Al menos, lo saben por noticieros y publicaciones de prensa donde las autoridades insisten en que colaboró con la guerrilla quien le costeó entre el 8 de marzo y el 30 de septiembre del 2000 su primer viaje a España. Allí, ‘El Chato’ adelantó labores de inteligencia a embajadas de Colombia en Europa.
Panamá, Estados Unidos e Italia, fueron algunos países que conquistó promocionando a la guerrilla y buscando el tráfico de armamento. Otros ingresos del colombiano a otros países se evidencian en su pasaporte expedido el 21 de febrero de 2000, cuya fecha de vencimiento fue el 21 de febrero de 2010.
Única entrevista
LA NACIÓN confirmó que la única entrevista concedida por el colombiano más buscado por la Interpol por nexos con las Farc, fue en noviembre de 2010, días después de quedar en libertad preventiva. El medio: el canal local Next T.V de Campoalegre.
“Todo esto es un montaje. Prueba de ello es que hoy estoy libre. Espero que todo se aclare”, le dijo Víctor Ramón Vargas al periodista Guillermo de Castro, quien narró a LA NACIÓN que en su interlocución Víctor Ramón Vargas Salazar había pedido perdón al pueblo huilense “por cualquier error que hubiera podido cometer, así no se declarara guerrillero”.
Asimismo, habló de sus aspiraciones políticas para alcanzar una curul en el Concejo de Campoalegre por el Partido Liberal (su movimiento político), de sus estudios frustrados de derecho y hasta deseó una Feliz Navidad y Año Nuevo a todos sus amigos de la localidad.
En la época nadie en su municipio imaginó que sus andanzas fueran más allá de lo normal y que fuera perseguido por la Interpol. En marzo de 2010, el juez español Eloy Velasco publicó su nombre en un listado de seis miembros de la ETA buscados por la Justicia europea.
En Campoalegre la noticia corrió como un secreto a voces, sus amigos recordaron el paso de Víctor Ramón por altos cargos públicos, entre ellos, en el Ministerio de Agricultura y hasta de sus excéntricas motocicletas en las que recorría el pueblo. El año pasado, libre, desapareció unos meses y regresó hace un par de semanas. Hoy no se sabe de su rastro.
Lo cierto, es que el huilense, hijo de una familia pudiente, prestante, respetada y seguidores del Partido Liberal en Campoalegre, era el ‘hijo bobo’ de Édgar Gustavo Navarro, conocido con el alias de ‘El Mocho’, un temido subversivo que sembró el terror en este departamento hasta el 21 de octubre de 2003, cuando fue abatido por el Ejército.
‘El Mocho’, según las autoridades, simpatizaba con el ex estudiante de derecho y lo habría conocido en zona rural de Campoalegre, hasta donde supuestamente llegó ‘El Chato’. La fluidez verbal, inteligencia y sagacidad de Víctor Ramón Vargas, le permitieron ocupar un escaño en la guerrilla de manera externa.
Quienes le preguntaron la última vez al perseguido por la Interpol a qué se dedicaba, éste solo respondía que era comerciante y tenía sus propios negocios. Hoy nadie sabe de su paradero. Lo buscan hasta en el último rincón del planeta.
La Nación (Colombia), 10/3/2011