Ibarretxe rescata en el Ulster el derecho a decidir como vía para lograr el fin de ETA

Critica las «negociaciones secretas» del último proceso de paz y pide una mesa de partidos. El lehendakari compara su ‘hoja de ruta’ con el acuerdo alcanzado en Downing Street.

El lehendakari Juan José Ibarretxe rescató ayer en Irlanda del Norte la mesa de partidos y el derecho a decidir como fórmula más eficaz para conseguir el fin del terrorismo de ETA y acuerdos políticos. Ibarretxe también lanzó una explícita crítica a la marginación que, a su juicio, sufrieron las instituciones vascas en el último proceso de paz. El lehendakari advirtió de hecho que el Gobierno central y ETA «no pueden decidir el futuro de Euskadi en negociaciones secretas» y sostuvo que esta decisión debe estar siempre en manos de los ciudadanos vascos.

De esta manera Ibarretxe daba un giro al discurso que mantiene en la precampaña electoral vasca, centrada en la gestión, y dejaba por 24 horas la crisis económica como clave de bóveda del mismo para hablar de sus propuestas para solucionar el «problema político» y poner fin a la violencia terrorista. Y lo hizo con motivo de una conferencia pronunciada en la Universidad del Ulster, en la localidad de Derry.

El lehendakari desarrolló su exposición en un ciclo de conferencias organizado por el Centro de Investigación de Conflictos de esta universidad. Este ciclo tiene un gran prestigio internacional y el listado de personalidades intervinientes incluye al ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, y el ex secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan.

Ibarretxe analizó el último proceso de negociaciones entre el Gobierno de Zapatero y ETA, en el que también se llevaron a cabo conversaciones en Loiola entre dirigentes del PSE, Batasuna y PNV. En su opinión, «el error de este proceso y todos los desarrollados desde el fin de la dictadura reside en dejar fuera de los mismos a los partidos, las instituciones y la sociedad vasca».

«Fracasaron porque primaron las negociaciones secretas sobre una mesa de diálogo en la que estuviera democráticamente representada la voz de la sociedad vasca, la voz del conjunto de fuerzas políticas vascas y la de sus representantes institucionales», dijo.

Esta carencia, argumentó, hace que cualquier dificultad que surja durante las negociaciones entre el Gobierno de España y ETA se convierta en un gran problema e impide, además, el establecimiento de mecanismos que hagan irreversible el proceso. Y lo que es más importante, no hay nadie que pregunte al pueblo vasco su opinión sobre su propio futuro».

A juicio de Ibarretxe, resulta «inaceptable» que la ruptura del último proceso de negociaciones conlleve aceptar «tres, cuatro o cinco años hasta que ETA y el Gobierno español decidan que se dan las condiciones necesarias para un nuevo intento de diálogo». E indicó que ETA asume este futuro al anunciar «una nueva campaña de violencia» y el Gobierno de España hace lo propio cuando prioriza la solución policial y subraya que «no hay nada que negociar con terroristas».

«Un esquema distinto»

Ibarretxe entiende que «no podemos aceptar esta vuelta al pasado y asumir que no podemos hacer nada», y la respuesta debe consistir precisamente en buscar la solución al «conflicto vasco» desde un esquema distinto al utilizado hasta ahora. Un modelo basado en una mesa de partidos vascos donde estén representadas todas las sensibilidades políticas del país. «Es un reto difícil, pero es el único camino para avanzar si creemos en depositar el protagonismo del proceso en el conjunto de la sociedad. Si no se hace de esta manera, el proceso será percibido como algo ajeno y cuando surjan las dificultades, será muy tarde para pedir el apoyo de la ciudadanía», aseguró.

El lehendakari sostuvo que su última propuesta de solución, incluida la consulta popular, perseguía precisamente impulsar la creación de una mesa de partidos a partir de un acuerdo entre los gobiernos español y vasco sobre los criterios y reglas de su funcionamiento. Este acuerdo, dijo, habría sido una versión vasca de la Declaración de Downing Street. «La consulta a la sociedad estaba planteada como el instrumento democrático más adecuado para reforzar ese proceso», indicó.

El lehendakari aseguró que su propuesta mereció la pena a pesar de los resultados porque, a su juicio, hasta su presentación todos los ojos estaban centrados en futuras negociaciones entre ETA y el Gobierno español. «En la actualidad el debate ha vuelto a situarse en el Parlamento Vasco, en el diálogo entre las fuerzas políticas y el respeto a la voluntad de la sociedad vasca».

«Vivimos tiempos que marcarán la historia de nuestro pueblo. Se está desarrollando un gran debate democrático entre los que intentan afrontar la solución al conflicto vasco aplicando recetas fallidas del pasado y los que proponemos abrir nuevos caminos. El resultado de este debate determinará nuestro futuro para las próximas décadas», agregó.

Ibarretxe consideró que hay que aprender del pasado y tener claro que «ETA y el Gobierno español no pueden decidir el futuro de la sociedad vasca en negociaciones secretas, y que el futuro del pueblo vasco será decidido libremente por sus hombres y mujeres mediante mecanismos pacíficos y democráticos. Éstos son los principios que han guiado mis pasos». «Debemos aprender de nuestros errores, pero nunca cejaremos en nuestro empeño por alcanzar la paz a través de instrumentos pacíficos y democráticos», concluyó.

Antes de despedirse y contestar varias preguntas, destacó la necesidad de apoyar a las víctimas del terrorismo y volvió a exigir a ETA su desaparición. También criticó las políticas antiterroristas que conllevan la limitación de los derechos civiles y políticos, y medidas penitenciarias a los presos que dan lugar al «aislamiento y el maltrato».


Paseo con Hume por Derry

El lehendakari conoció de cerca una de las ciudades icono del conflicto del Ulster

Ibarretxe aprovechó su visita al Ulster para mantener encuentros con dirigentes políticos que han vivido el conflicto irlandés. Así, el lehendakari fue recibido por el alcalde de la ciudad de Derry, donde se celebró la conferencia, y por el Premio Nobel de la Paz John Hume. El alcalde y el histórico líder católico recorrieron junto con el responsable del Gobierno Vasco la muralla que rodea la ciudad.

El lehendakari tuvo oportunidad de conocer así una de las ciudades que son un icono del conflicto norirlandés, en especial para los republicanos. Este municipio de 85.000 habitantes ha sido duramente castigado por la violencia y fue el escenario del ‘Domingo Sangriento’ en 1972, cuando las fuerzas de seguridad británicas dispararon contra una manifestación matando a civiles. Los unionistas denominan a esta ciudad Londonderry.

Posteriormente, Ibarretxe tuvo oportunidad de conversar con el responsable del programa de paz de la Unión Europea para Irlanda del Norte, Pat Colgan, que le manifestó su interés en colaborar en materia de paz y resolución de conflictos. Colgan comentó a Ibarretxe que espera que esta colaboración se pueda concretar a través de la Red Europea para la Construcción de la Paz. Esta red fue presentada el año pasado en Bruselas y cuenta como padrino con la Comisión Europea y la participación de los gobiernos de Irlanda, Gran Bretaña, Irlanda del Norte y Euskadi, así como instituciones académicas, los países bálticos y organizaciones no gubernamentales. El Gobierno Vasco trabaja para organizar un encuentro en los próximos meses en Euskadi.

El lehendakari Ibarretxe tenía previsto reunirse también con el dirigente del Sinn Fein y viceministro Martin McGuinness, pero el encuentro quedó al final suspendido debido a larga duración de una sesión celebrada en la Asamblea de Stormont, en Belfast, donde McGuinness contestaba a preguntas de los diputados.

EL DIARIO VASCO, 3/2/2009