ABC – 17/03/16
· Cierre de filas de los principales dirigentes con el líder y silencio de Errejón.
· Pablo Iglesias culminó en la noche del martes un movimiento casi definitivo para atribuirse en su persona el control total sobre lo que representa Podemos.
El cese de Sergio Pascual como secretario de Organización del partido, principal dirigente afín a las tesis de Íñigo Errejón, pretende cerrar la crisis que vive el partido.
Alegre se aferra al cargo en Madrid. El líder de Podemos Madrid, Luis Alegre, aseguró ayer que que no contempla dimitir y que no se plantea «nada» que no sea «seguir trabajando» pese a que ha dimitido un tercio de la dirección.
Pero lejos de suponer una solución, el golpe de mano de Iglesias visibilizó más si cabe la existencia de una fractura que hace apenas unos días en el partido se consideraba como una manipulación mediática y de las oligarquías. Esa herida abierta pretende cerrarse con una decisión que en la práctica refuerza a Iglesias con todo el poder orgánico del partido, al asumir la secretaría de Organización hasta que él mismo determine un nuevo responsable.
Íñigo Errejón no apareció en todo el día de ayer ni siquiera a través de las redes sociales, mientras que el resto de portavoces del partido escenificaron un cierre de filas con la decisión de Iglesias. La primera en hacerlo fue Carolina Bescansa, que aseguró que el cese de Pascual «tiene que ver con cuestiones tácticas y estratégicas más que con decisiones políticas», pero reconociendo que «sí existen desacuerdos tácticos», al ser preguntada en una entrevista por la relación entre Iglesias y Errejón. «Cuando se cambian los equipos para conseguir mejor los objetivos es una corrección correcta», aseguró.
Monedero apoya a Iglesias
El más elocuente fue una vez más el exdirigente y fundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, que apoyó la decisión de Iglesias y criticó la dimisión la pasada semana de diez dirigentes afines a Errejón en el partido en Madrid. «Cuando alguien te dimite en
mitad de la investidura, como ha ocurrido con los compañeros de Madrid, es porque dan más importancia a su situación personal que al proyecto colectivo. Algo hemos hecho mal», señaló en un mensaje transmitido a través de Telegram. Monedero lanzó un duro golpe al exresponsable de Organización.
«En la organización que a mí me gustaría tener, Pascual, como cualquier otro, hubiera dimitido después de esa crisis madrileña. Y no habría pasado nada. No perdemos la amistad ni se enturbia el compromiso compartido».
Irene Montero y Rafael Mayoral escenificaron también la unidad en torno a Pablo Iglesias. La portavoz adjunta en el Congreso aseguró que «la pérdida de confianza» de Iglesias en Pascual estaba detrás del cese que pretende resolver «un problema organizativo». Por su parte, Mayoral se refirió a los errores «evidentes» de Pascual en sus responsabilidades, y apuntó a la necesidad de «reorganizar el trabajo en este ámbito».
ABC – 17/03/16