- VOX propone un referéndum para ilegalizar a los partidos separatistas. Un debate urgente.
Las formaciones que usan el sistema democrático para conseguir sus objetivos deberían estar prohibidas. En primer lugar, por lógica. Si yo le ofrezco todas las ventajas de vivir en mi casa a alguien, con pleno derecho a gozar de todas las comodidades y ventajas de esta, sería estúpido permitirle que, aprovechándose de esa situación, acabase apropiándose de una, dos o todas las habitaciones expulsándome fuera.
Es obvio decir que todo partido separatista aborrece a España y lo que hace es adherirse a la estructura del sistema para, con los recursos de todos los españoles, mejor ejercer su labor de zapa y destrucción. Los chicos bien de la izquierda dicen que debemos asumir esa contradicción. De eso nada. Tolerarlo es, simple y llanamente, una idiotez colosal que quieren vender bajo la excusa de que es mejor tenerlos integrados que tenerlos fuera. Miren, señores paniaguados de la progresía, a esa gente le da lo mismo estar que no estar, porque lo suyo es otra historia. Que al pijo progresismo, singularmente al catalán, le vaya de perlas la teoría del partido único – véase el reciente pacto de Illa con Aragonés y Comuns – para así poder mejor orillar todo pensamiento crítico se entiende, pero no pretendan que comulguemos con ruedas de molino.
O sea, al criminal es mejor concederle todo lo que pida porque así está calladito. Eso es pan para hoy y hambre para mañana, porque el objetivo final de Bildu es la independencia de Euskalherria
Que los bilduetarras están mejor en el Congreso que fuera se aferra a algo que el izquierdismo intenta disimular, es decir, así no asesinan. O sea, al criminal es mejor concederle todo lo que pida porque así está calladito. Eso es pan para hoy y hambre para mañana, porque el objetivo final de Bildu es la independencia de Euskalherria, lo que incluye también a Navarra y lo que denominan País Vasco Francés. No los contentarán jamás, aunque les haya venido muy bien a los social podemitas para anclarse al poder aunque haya sido teniendo que mercadear los votos de aquellos que no hace tanto asesinaban. Con los separatistas catalanes, Junts, Esquerra y CUP, sucede lo mismo. Su estrategia es ordeñar la vaca del estado, erosionando a base de chantajes y esperar a que sea el momento para hacer realidad su eslogan de Ho tornarem a fer. Pactar con los totalitarios nunca dio buenos resultados. Recuerden a Chamberlain cuando el Reichstag acogió a los nazis durante Weimar. Goebbels, en un rapto de sinceridad, dijo que entraban como lobos en un corral.
Abascal no está proponiendo ninguna tontería y resulta amargamente hilarante ver como muchos se rasgan las vestiduras
Si vienen, pues, a aprovecharse de un sistema que ellos jamás permitirían – Bildu propone una república vasca rarísima, mezcla del racismo de Sabino Arana y el marxismo leninismo, y Esquerra y demás una república en la que el presidente sería quien nombraría a los jueces, por decir ejemplo- ¿por qué deberíamos alojar a esos enemigos de la libertad, de la igualdad y de la democracia y darles las mismas ventajas que a los partidos que respetan nuestro sistema? Abascal no está proponiendo ninguna tontería y resulta amargamente hilarante ver como muchos se rasgan las vestiduras, singularmente los que tanto defienden la II República, obviando que lo primero que hicieron fue proclamar la Ley de Defensa de la República, que actuó al margen de los tribunales de justicia contradiciendo todos los derechos fundamentales. La misma Constitución republicana jamás se votó en referéndum popular con la aquiescencia, por cierto de los separatistas. ¿Para qué, si ya mandaban?
Lo que dice el líder de VOX es democrático y urgente. Vótese en consulta lo que se debe hacer con aquellos que se autoproclaman enemigos de la libertad y decídase algo que, por culpa del eterno miedo a que te llamen franquista, debió hacerse cuando se redactaba la Constitución. He aquí un asunto interesantísimo a debatir en la moción de censura en la que Don Ramón Tamames será el candidato de VOX. Espero con ansia ver qué argumentos le dan al célebre economista y catedrático para criticar que los demócratas tenemos derecho a la legítima defensa.