Iñaki Arteta: «El PNV me veta por documentar su vinculación con el terrorismo»

Entrevista a IÑAKI ARTETA – EL MUNDO – 20/02/16

Iñaki Arteta
Iñaki Arteta

· No le ha sorprendido «para nada» que el PNV haya impedido instar a EiTB a emitir sus películas de deslegitimación del terrorismo.

Al director bilbaino Iñaki Arteta no le ha sorprendido «para nada» que el PNV haya impedido en el Parlamento instar a EiTB a emitir sus películas de deslegitimación del terrorismo. Lo enmarca en la estrategia nacionalista de «limpiar su pasado» desde la televisión pública. «¿Falta de calidad? Hay cosas peores que se emiten en EiTB a diario», dice.

– El parlamentario Luke Uribe-Etxebarria puso en duda «la calidad y el rigor» de sus trabajos pese a admitir que no los ha visto. ¿No deja en evidencia al PNV?

Así son las cosas de rigurosas. Recuerdo que con La pelota vasca el nacionalismo denunció que se la descalificara sin ser vista. Pero realmente no hace falta que este parlamentario o el PNV vean mis películas. Con saber lo que hecho y de que van ya es suficiente para que las películas les espanten y no quieran ni verlas. Ahora bien, yo creo que sus palabras, hablar de las cosas sin tener ningún conocimiento, demuestra bastante poco nivel. ¡Con lo fácil que es hoy en día informarse! Tengo una entrada en wikipedia, mis películas han estado nominadas al Goya… tengo un currículum que es accesible a todo el mundo.

– El PNV defiende que «algunos profesionales» de EiTB han puesto de manifiesto que su última película 1980, sobre el año más sangriento de ETA y que fue seleccionada por la Seminci, no es «equilibrada» para justificar que no se emita…

Hay cosas peores que se emiten en EiTB todos los días. Yo hago un documental que engancha con una preocupación mía, muy ligadas a mi persona. Si haría cosas sobre la Guerra de Sarajevo nadie diría nada en Euskadi. La cuestión es que para los nacionalistas es estratégicamente fundamental limpiar su pasado y contra eso hay que pelear. Hay que aportar muchas cosas al discurso oficial que impone el nacionalismo.

– ¿Hay un veto del PNV y de EiTB hacia su persona? ¿A qué se debe?   

El nacionalismo no quiere que se vea lo que hago porque va en contra de sus planes estratégicos de limpiar, tunear su pasado. Ahí está la cosa. Basta con ver lo que programa EiTB. Una película mía estaría seguro de la media para arriba de lo que emite. Además, no hay que olvidar que es una televisión pública, por lo que podrían mostrar interés por las cosas que hacen personas como yo y no fiscalizarlas intelectualmente.

– ¿Qué aportan sus películas que molestan tanto al nacionalismo?   

Yo creo que mis películas aportan un punto de vista cercano a las víctimas, cercano a la comprensión de las vinculaciones que ha habido entre el nacionalismo y el terrorismo. Están bastante documentadas y pueden contrastar con la visión que vierte cada día EiTB: el discurso de las dos violencias, los presos de ETA… No vendría mal que la audiencia conozca otras cosas. Aunque tampoco hay que espantarse porque EiTB no la ve mucha gente, tiene unas audiencias ridículas. Las películas que hemos hecho las hemos podido difundir en TVE multiplicando por mil o dos mil las audiencias que podían tener en EiTB.

– ¿El veto del PNV también se extiende a otros ámbitos, como por ejemplo a la financiación de sus películas?   

No soy nada quejica, pero cualquier persona puede deducir que a alguien como yo, y como a otros tantos, ya no ahora sino hace 15 años, cuando corría incluso peligro tu propia seguridad, el poder nacionalista nos ha sometido al arrinconamiento. Ninguno de los financiadores que he tenido en los últimos 15 años, que han sido muchos y muy diversos, me ha marcado ninguna línea sobre lo que tenía y no que hacer. Mi independencia está avaladísima. Las películas están muy ligadas a mi pensamiento, hago las películas que quiero. El nacionalismo dice que a mí me pagan por hacer este tipo de películas cuando es su estilo el encargar cosas cargadas ideológicamente de intereses.

– ¿El PNV se hubiera opuesto a vetar a un cineasta en el Parlamento si lo hubiera propuesto EH Bildu?

Es que no hace falta. La gente afín a EH Bildu está metida en EiTB. Quien dirige o decide en la televisión pública está entre el nacionalismo más moderando y el radical. Surgen ideas para hacer proyectos y encargan a productoras afines cosas que ellos consideran que son preocupaciones de la gente y se hacen con la idea de informar. No hay más que ver los teleberris, no ahora sino también cuando mataban a gente. Esto no hace falta que se lo digan a EiTB desde el Parlamento. Pero si cuando le preguntaron a la directora [Maite Iturbe] por 1980 dijo: ‘no la he visto pero me han dicho que es muy sesgada’…

– Pero, ¿el PNV mira para otro lado cuando se trata de productos afines a la izquierda abertzale?

La televisión vasca ya sabe lo que tiene que hacer para seguir una línea estratégica-política de país: avalar la teoría de los dos bandos y dar espacio a los presos. La trayectoria de EiTB y del PNV es unívoca, no tiene ninguna fisura para desarrollar su plan, que es que la memoria la tienen que escribir ellos.

– Entonces, ¿el PNV no es proactivo en la denuncia y deslegitimación del terrorismo?

Eso es evidente, ¿no? Salta a la vista.

 – ¿Mira el Gobierno vasco hacia otro lado ante las supuestas «vulneraciones» del convenio suscrito en octubre de 2014 con EiTB para deslegitimar el terrorismo y promover una convivencia integradora, como ha denunciado el PSE?   

No miran para otro lado, están atentísimos. Hay una parte de la ciudadanía sensible a lo que ha pasado y que estaría deseando que la lectura del pasado fuera equilibrada, es decir, que ha habido unos culpables, una gente que mató sin ninguna razón en plena democracia con una cierta cobertura ideológica que da el nacionalismo. Pero el nacionalismo tiene los medios, el poder suficiente para ocultarlo.

Para ellos es fundamental limpiar su pasado. Les va la vida en ello. A los demás les dan un poco de dignidad, pero les es absolutamente prioritario limpiar su pasado. Ellos se dedican todo el día a ello. No hay despiste alguno, ni en la televisión, ni en el Instituto de la Memoria, ni en la Secretaría de Paz. Jonan Fernández no está ahí por casualidad. Todo está coordinado con este propósito de limpiar su pasado.

– Precisamente, Fernández rechazó cualquier responsabilidad del Gobierno vasco porque no debe «interferir» en EiTB.

EiTB, el Gobierno, el Parlamento… Todos tiene el mismo discurso. No hay fisuras. Cuando las propuestas vienen desde el otro lado dicen que ahora no interesa, y más cuando no nos matan. Quieren que pensemos que nada de esto existió y éste es el gran triunfo del nacionalismo. Hace poco emitieron un documental sobre el atentado de Alonsotegui en 1980 que también se menciona en mí película 1980 y estoy convencido de que van a repasar todos y cada uno de los atentados que realizó la extrema derecha.

– El Gobierno vasco y el PNV justifican que en dos años se han emitido 20 películas sobre la violencia. ¿Es suficiente este argumento?

Habrá que ver cuáles son. Y si han sido 20, pues 21 con la mía.

– ¿Cree que a partir de ahora EiTB emitirá alguna de sus películas?

No lo sé. Puede que sí, si les conviene. Por ejemplo, Trece entre mil, nominada a los Goya, se emitió en 2006. EiTB no compró los derechos pero un día de repente los quiso comprar al instante para programarla porque dos días después el lehendakari Ibarretxe tenía la primera reunión con los colectivos de víctimas. Otra cosa es que la compren y la metan en un cajón. Si hubiera hecho una serie sobre Sabino Arana o el lehendakari Agirre ya me la ha habría pagado EiTB. Bueno, para empezar nunca me la encargarían aunque tuviera 75 Oscar. Y además el nacionalismo tiene un cajón lleno de cosas para hacer. No pierdo la esperanza de que el mundo sea más sensato pero tampoco hay muchas probabilidades.

 – ¿Qué sintió al ver un domingo en prime time la película Ventanas al interior? EiTB anunció la película aludiendo a «presos políticos» y luego pidió perdón por este «error».   

Se les critica pero les da igual. Ya lo han hecho. Son impermeables a todo esto. El incomodo les dura dos días. En dos-tres meses meten otra.

Entrevista a IÑAKI ARTETA – EL MUNDO – 20/02/16