Mikel Buesa-La Razón
- Ha terciado la ministra Ribera afirmando que eso de la minería «es algo que en Europa está olvidado hace mucho tiempo»
El otro día Pedro Sánchez acudió muy ufano a Sagunto para presentar la fábrica de baterías que instalará allí el grupo Wolkswagen. Dijo entusiasmado que «ningún otro país va a poder llevar a cabo un despliegue del vehículo eléctrico tan integral como el que va a acometer España». Su correligionario Ximo Puig, emulándole, afirmó eufórico que «esto (la factoría) es un salto histórico hacia la industria sostenible». Sin embargo, a unos pocos kilómetros del lugar, en Almusafes, el futuro de la planta automovilística de Ford estaba en cuestión, pues Detroit no ha decidido aún qué planta ensamblará sus vehículos eléctricos en Europa. Ahí está la potencia industrial alemana pugnando por la instalación de Saarlouis. Todavía más lejos, en Vigo y en Figueruelas, el grupo Stellantis, el mayor fabricante de furgonetas y coches eléctricos que hay ahora en España, se quedaba descolgado de la política industrial del Gobierno por la simple razón de que la rigidez de los plazos de ésta no le cuadra a la multinacional.
Pero éstas no son las únicas inconsistencias de esa política porque sus posibilidades de desarrollo chocan de frente con el ecologismo radical que inspira ideológicamente al Gobierno. Y así, el proyecto más avanzado en la minería del litio –la materia prima esencial para las baterías de Sagunto– está en «suspensión burocrática» gracias a las demagógicas promesas electorales de un alcalde. Me refiero a la mina de Valdeflores, propiedad de New Energies, a la que el regidor socialista de Cáceres ha dicho «no porque no», tal vez reflejando un pensamiento profundo que, por cierto, no comparten sus compañeros de partido en la Junta de Extremadura. Claro que, en favor del edil, ha terciado la ministra Ribera afirmando que eso de la minería «es algo que en Europa está olvidado hace mucho tiempo». Ya se ve que para esta señora lo del subsuelo, lo mismo que el gas o lo nuclear, «es mirar atrás». Sin duda ella lo desconoce todo con relación a este tipo de asuntos porque si entendiera algo sobre ellos sabría que la minería fue importante para la industrialización de España. El mismo papel que ahora ofrecen las tierras raras de nuestro suelo para el mundo de la descarbonización y la digitalización.