EL CORREO 12/03/14
· González Soreasu, vinculado al comando Bizkaia y detenido ayer en Bilbao, fue identificado gracias a un pen drive olvidado en la caldera de un piso franco en La Rioja
La detención ayer del supuesto colaborador de ETA Asier González Soreasu podría arrojar luz, casi ocho años después, sobre uno de los golpes más impactantes de los últimos años planeados por la banda: repetir el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco con el concejal socialista de Eibar Benjamín Atutxa. La Guardia Civil nunca logró saber dónde tenían previsto ocultar al secuestrado y quién se iba a hacer cargo de su custodia.
Ahora investigan si González Soreasu pudo participar en aquella acción fallida del comando Bizkaia que operó entre 2007 y 2008 en las tres provincias vascas y La Rioja y que cometió ocho atentados, entre ellos el ataque contra el cuartel de la Guardia Civil Legutiano en el que murió el agente Juan Manuel Piñuel.
Según fuentes de la investigación, la identificación de González como colaborador de este talde, que contó con numerosos miembros ‘legales’ (sin fichar), ha sido una verdadera casualidad. Hace solo unas semanas, la propietaria de un apartamento situado en la localidad riojana de Ezcaray contrató a un fontanero para arreglar un termo eléctrico. Cuando el profesional abrió la tapa de la caldera encontró un pen drive. El fontanero lo conectó en su casa y, al comprobar que había documentos con el anagrama de ETA, entregó la memoria portátil a la Guardia Civil. Los expertos, tras desencriptar las claves, accedieron a todos los documentos, entre ellos algunos que vinculaban al ahora detenido con el comando Bizkaia.
La casa de Ezcaray fue alquilada, por unos 700 euros al mes, en enero de 2008 por la etarra Olga Comes, quien vivió en ese inmueble hasta mayo con los cabecillas del comando Jurdan Martitegi, que poco después pasó a ser el ‘número uno’ de la banda, y Arkaitz Goikoetxea. Cuando en julio de aquel año la captura de Goikoetxea supuso la caída de todo el comando, la Guardia Civil registró la casa, pero nunca llegó a abrir el termo.
En la misma memoria
Los agentes sospechan que el arrestado tiene relación con el secuestro fallido del concejal porque en el mismo pen drive en el que había datos sobre González se han encontrado informaciones sobre Benjamín Atutxa, a quien el talde, que llegó a tener listo material médico para sedarle, solo desistió de raptar cuando comprobó que siempre llevaba escolta. Las órdenes de la cúpula de ETA eran matar al político socialista en cuestión de días si el Gobierno no accedía al acercamiento de presos.
La caída del comando permitió aclarar ocho atentados. Sin embargo, quedaron lagunas sin resolver sobre el secuestro fallido. En poder de González se ha hallado un juego de llaves de un caserío situado en un monte de Dima, a solo 40 kilómetros de Eibar, donde vivía Atutxa.