- Malos tiempos. Sánchez destroza la historia en la ESO
El pasado martes fue un día que recordaremos, parafraseando a Roosevelt, como el de la infamia. Se aprobaba el proyecto de real decreto de la ESO que se carga la Historia, ya que por vez primera no se detallan los hechos históricos que deben conocer los estudiantes entre los 12 y 16 años, establece que dicha materia no se estudiará por orden cronológico, fulmina la Filosofía y da a las Matemáticas “un enfoque socioafectivo”, sea lo que sea eso. Todo forma parte del cuidadoso plan para que seamos más ignorantes y menos críticos. Cuando se suprimió el latín ya lo advertimos algunos. Por los hijos de las élites no hay que preocuparse, ya se ocuparán sus papás de enviarlos a colegios y universidades de relumbrón en el extranjero. Los perjudicados serán, como siempre, los chavales de familia trabajadora, la que paga con sus impuestos de manera heroica el tinglado de corrupción moral y económica que llamamos piadosamente democracia.
Que el profesorado haya puesto el grito en el cielo no ha detenido al gobierno, que ni siquiera se ha molestado en consensuar los cambios con ellos. “No tiene ningún sentido mezclar los esclavos del antiguo Egipto con los obreros de las fábricas de la revolución industrial en Inglaterra”, ha declarado Soledad Tena, coordinadora del grado de historia de la Universidad de Salamanca. Ah, doña Soledad, desde el punto de vista lógico, educativo y humanista tiene usted razón pero cuando un Gobierno habla de abordar las matemáticas “con perspectiva de género” o revisitar nuestra historia convirtiéndola en relato de parte ¿a qué andarse con chiquitas y ceñirse a los hechos? Bien lo saben los del Institut Nova Història de Cataluña, que andan repartiendo fes de bautismo separatista a cualquier personaje que haya destacado a lo largo de los siglos, sea El Cid, Santa Teresa, Colon o Leonardo da Vinci. Atendiendo a que vivimos en una época en la que da lo mismo construir un zigurat mesopotámico que una catedral gótica, porque todo vale, según Félix de Azúa, bien puede estirarse o acortarse lo histórico a gusto del político. Saben los mandamases que conocer de dónde venimos es fundamental para entender dónde estamos y hacia qué lugar queremos dirigirnos.
Que nadie se sorprenda, si en los próximos años se estudia que la reina Isabel de Castilla, conocida como la Católica, permuta en Isabel, la atea feminista
Que nadie se sorprenda, pues, si en los próximos años se estudia que la reina Isabel de Castilla, conocida como la Católica, permuta en Isabel, la atea feminista. O que el general Prim figure como alguien que se negó a prestar servicio de armas, entreteniéndose en hacer macramé en Los Castillejos. O que Don Pelayo tuviera amoríos con el jefe bereber Munuza en lugar de comenzar la Reconquista en su contra. Ya puestos, se podría circunscribir la historia de España a la II República, enlazándola con el gobierno social comunista de Sánchez, convertir a La Pasionaria en la primera mujer que salió al espacio, a Carrillo como el liberador de la India, a Pablo Iglesias como descubridor de la penicilina o a Irene Montero como artífice de la vacuna anti covid. De cualquiera, que todo alimenta.
Tristes tiempos éstos, en los que la idiocia y la estulticia campan a sus anchas en las dependencias oficiales mientras se pretende trasladarlas a las aulas. Más youtubers, más reguetón, más maquinitas y menos leer, estudiar, aprender y pensar. Que aprueben todos, independientemente de su esfuerzo. Y que les den una paguita. Soros no es tonto.