EL DIARIO VASCO, 25/7/2011
El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, cree que la violencia de ETA «tocó a su fin» y que «éste es un camino irreversible». Aboga por combinar «inteligencia, unidad y firmeza» para que no tenga «retorno».
Según afirmó en una entrevista en Radio Euskadi, «desde hace dos años no hay actos terroristas, no hay kale borroka, no hay impuesto terrorista. Hay, digamos, una confirmación de que ETA ha decidido parar y hay una emergencia de un partido político que seguramente quiere representar esos objetivos desde la política sin violencia». A su juicio, «ésta es la manera en la que el terrorismo está acabando».
El ministro considera que el fin de la violencia no se va a producir «de un día para otro», sino que «será un telón de fondo», de «sucesiva desaparición, que acompañará una transformación cultural y política en el País Vasco». En su opinión, se requiere inteligencia, unidad y firmeza por parte de los demócratas para que el camino no tenga «retorno». «No podemos dejar que nos engañen de nuevo», advirtió.
El dirigente socialista no cree que ETA diga en un momento determinado «terminó, me disuelvo», pero sostiene que cada vez está más convencido de que se ha iniciado «un camino sin retorno». Se trata, según indicó, de un camino «que lleva muchos años» si se mira «en perspectiva», ya que la última década «no tiene nada que ver con las que sufrimos» con anterioridad por el terrorismo, según recordó.
Respecto al denominado caso Faisán sobre el supuesto chivatazo a ETA durante la tregua, Jáuregui censuró «la utilización partidista que hace el PP de ese tipo de casos», que, a su juicio, «no se corresponde» con una «política de lealtad y unidad» en materia antiterrorista.
Asegura no saber qué ocurrió en este caso, pero indicó: «Lo que sí sé es que aquello respondía probablemente a un contexto de búsqueda de la paz y que las actuaciones policiales que tienen lugar con posterioridad a ese hecho permitieron la detención de todas las personas implicadas, que están en la cárcel o sometidas a juicio, y que la lucha antiterrorista no sufrió menoscabo por ese hecho».