EL MUNDO 16/12/12
El diputado en el Congreso Ramón Jáuregui, ex vicelehendakari del Gobierno vasco y principal artífice socialista de los ejecutivos de coalición con el PNV, apuesta por el entendimiento entre ambos partidos para facilitar la gobernación del País Vasco y afrontar sus problemas, la crisis y las posibles reformas constitucionales del marco político. «La llave de la estabilidad del gobierno vasco la va a tener el PSE», sostiene.
Jáuregui considera que Iñigo Urkullu ha comenzado mal la legislatura con un gobierno en minoría, «débil», y le advierte de la imposibilidad de gobernar con pactos puntuales con las distintas fuerzas de la oposición (EH Bildu, PSE y PP) practicando la geometría variable. Señala en una entrevista concedida a EL MUNDO que «no cabe todo con todos» y afirma que el ejecutivo es insostenible si se apoya en «pactos múltiples y contradictorios».
Tras mantener que la crisis y los problemas de la política vasca y española reclaman «objetivos claros y alianzas sólidas», incide en que Urkullu debe decidir la orientación de sus políticas y con quién quiere llevarlas a cabo y aconseja a su partido «puertas abiertas».
«Yo entiendo que si el PNV se ofrece al pacto, el PSE debe coger esa mano», explica Jáuregui, quien recomienda hacer caso omiso de la dura oposición de los nacionalistas al gobierno de López. «Nosotros siempre hemos sido un partido útil, de construir país y vertebrar consensos», añade, además de creer que el PSE «no gana nada en la oposición pura y dura».
Según su análisis, y a expensas de que Urkullu defina sus Presupuestos y la orientación de su gobierno, el PSE «puede ser determinante» en la configuración de la política vasca: «Nadie como él va a tener en su mano la decisión de poder decir sí o no, de poder dar estabilidad o derrotar a este gobierno demostrando su inviabilidad. La llave principal de la estabilidad del gobierno la va a tener el PSE».
Jáuregui, que lidera la reflexión sobre el nuevo proyecto político del PSOE, defiende la reforma federal del marco autonómico y apuesta por «el diálogo y el pacto» para resolver las pretensiones independentistas de Cataluña y el País Vasco. Advierte al PNV de que Euskadi tiene «una situación idílica dentro de España», le recuerda los agravios comparativos que suscitan «las ventajas» del Concierto, y asegura que «es muy difícil» mejorar su estatus. En este sentido, indica que cualquier perfeccionamiento debe hacerse dentro del Estado español y rechaza el derecho a decidir. «El PSOE no lo incorporará a ninguna reforma constitucional», afirma tajante.
Por último, repara en el desgaste que sufre el Gobierno de Rajoy y sostiene que el PSOE volverá a surgir pronto como un «partido de esperanza, de alternancia».