El atentado que estuvo a punto de costarle la vida hace cuatro años le llevó a escribir sus recuerdos en ‘Fe de vida’.
José Ramón Recalde, ex consejero de Educación del Gobierno vasco y catedrático emérito de la Universidad de Deusto, obtuvo ayer el XVII Premio Comillas 2004 de memorias, autobiografía y biografía, por su libro ‘Fe de vida’. En un fallo unánime, la obra fue descrita por el jurado como «una defensa apasionada del coraje cívico ante todas las formas de barbarie, además de una constante proclamación de fe en el valor de la palabra, la cultura y el ser humano por encima de cualquier ideología». Recalde fue víctima de un atentado de ETA el 14 de septiembre de 2000, cuando un terrorista le disparó a la cara al salir de su coche.
Aquel ataque que estuvo a punto de ser mortal fue el origen del libro premiado, difinido por su autor como «unas memorias políticas e intelectuales». Los días críticos en el hospital Donostia impulsaron a Recalde a «revisar» sus recuerdos y a redactar unas «memorias de supervivencia» que constituyen «una reflexión hacia atrás y una proyección hacia delante».
Según Tusquets, editorial convocante del premio otorgado en Comillas, localidad cántabra que le da nombre, Recalde «nos conduce por los años de aprendizaje, cuando se plantea la necesidad del compromiso, la solidaridad y la militancia política contra la dictadura». Este histórico del socialismo vasco repasa su militancia antifranquista en el Frente de Liberación Popular, que le supuso un año de prisión en 1962, así como los años del tardofranquismo, «los esperanzadores y angustiosos tiempos del posfranquismo y los vacilantes primeros pasos de la democracia y las autonomías».
El veterano político relata su paso por el Gobierno vasco, en el que ocupó las consejerías de Educación y de Justicia, en «unos años decisivos tanto para el País Vasco como para el Partido Socialista». Las víctimas del terrorismo, con las que Recalde se siente «muy solidario», están siempre presentes en ‘Fe de vida’, un título «jalonado por la muerte de demasiados personajes y compañeros entrañables que no quisieron rendirse ante ninguna dictadura: Enrique Ruano, Enrique Casas, Fernando Múgica, Fernando Buesa, José Luis López Lacalle, Juan María Jáuregui y Ernest Lluch».
EL CORREO, 4/9/2004