ABC 20/05/2013
· Josu Puelles reflexiona en ABC ante el juicio por el asesinato de su hermano Eduardo.
Mañana se celebra en la Audiencia Nacional el juicio por el asesinato del policía nacional Eduardo Puelles, a quien ETA mató con una bomba-lapa en 2009. Allí estarán su viuda, sus hijos y sus cuatro hermanos. Son conscientes de que será un momento duro que les «removerá las entrañas», pero quieren «dar la cara» como último homenaje a quien fue su marido, padre y hermano. Confían en que dentro de unas semanas, el 19 de junio, cuando se cumplan cuatro años del atentado, los tres acusados estén en prisión cumpliendo la máxima pena. Josu Puelles, hermano de Eduardo, ha hablado con ABC.
Rematadamente mal»
Acudirá a la sala de vistas a sabiendas de que no será agradable encontrarse a los asesinos de su hermano, pero lo hará porque confía en la justicia. No puede decir lo mismo, sin embargo, de la política, de la que dice estar profundamente decepcionado. «A lo que más tenemos que temer las víctimas del terrorismo no es a la justicia, es a la política. Esto se está llevando rematadamente mal», asegura antes de citar dos casos que le enervan especialmente: el excarcelamiento de Bolinaga y el permiso concedido a Valentín Lasarte. «Me siento avergonzado de estar en un país que permite que terroristas que han pertenecido a una organización que ha asesinado a 850 personas y ha amenazado al 50% de la población de nuestra comunidad autónoma tengan este tipo de beneficios penitenciarios solo porque hay una tendencia política que estiman que es lo mejor. Es estrujar por segunda vez a los muertos en beneficio de los asesinos», lamenta.
Josu Puelles cree que ETA está hoy políticamente muchísimo más fuerte, más asentada y con más recursos que hace cinco años. Por eso, augura con rabia que «tarde o temprano» el proyecto independentista se va a plantear abiertamente también en el País Vasco.
Respecto a los asesinos de su hermano, asegura que no tiene ningún interés en enfrentarse a ellos y afirma que en ningún caso se prestará a un careo entre víctimas y verdugos, porque esos encuentros son «una forma de blanquear y de humanizar» al terrorista. «No estamos por esa labor, es una política muy equivocada que solo beneficia a los asesinos. Nosotros no tenemos nada que ganar en todo esto y el Estado de derecho y la democracia tampoco». Según su criterio, la única salida que tienen los asesinos para recuperar su dignidad es cumplir íntegramente su condena: «si una persona quiere vivir con dignidad no tenía que haber entrado en ETA, no tenía que haber apretado el gatillo o haber puesto una bomba-lapa».
Casi cuatro años después del atentado, Josu Puelles reflexiona sobre el duelo y asegura que quien peor lo ha pasado es Paqui Hernández, su viuda. «Al final uno aprende a vivir, o a sobrevivir, pero hechos así te marcan para toda la vida y es muy difícil salir», dice. Por eso, la familia no está dispuesta a perdonar. Sólo quieren que se haga justicia.
ABC 20/05/2013