ERC plantea aportar un cuerpo de élite al «Euroejército» para defender a Cataluña

ABC 20/05/2013

· Los republicanos creen que un Ejército catalán costaría 4.000 millones al año y no lo ven viable El enésimo delirio del desafío secesionista: «La mayoría de los países serían favorables».

Desde la página 1 El presidente del Consejo de Transición Nacional lo explicó esta semana: sería una «irresponsabilidad» no estar preparados para el «día 1» de la independencia. Con esta premisa, el órgano asesor de la Generalitat elabora ya una serie de informes para la creación de «estructuras de estado», uno de los cuales estará dedicado a la Defensa, o lo que es lo mismo, a la hipotética creación del futuro Ejército de Cataluña. Política ficción y delirio para unos, pragmatismo para quienes ven la secesión a la vuelta de la esquina.

Si el Ejecutivo de Artur Mas y su Consejo de Transición tienen su ritmo, Esquerra Republicana (ERC) tiene otro, más acelerado, hasta el punto de que el partido de Oriol Junqueras ya ha elaborado un documento en el que el plantea una propuesta de fuerzas armadas catalanas.

4.000 millones al año

El documento se incluye en el borrador de ponencia política que elabora ERC de cara a la Conferencia Nacional por la República Catalana que se celebrará en L’Hospitalet de Llobregat el 6 y 7 de julio, una convención para debatir «el proceso de independencia» y el «nuevo país que queremos». La ponencia aborda múltiples aspectos, desde temas legales y posibles vías hacia la secesión, a aspectos prácticos del nuevo estado, como el ordenamiento jurídico, el abastecimiento, el transporte o el futuro Ejército.

Es en este último punto donde la ponencia entra en materia, dando por descontado que la «República catalana» debe contar con un sistema de «seguridad y defensa». Con esta premisa, ERC apunta a tres escenarios, entre los que habrá que escoger «en función del modelo de soberanía, de país», y en función de «los costes y el tiempo necesario». Al respecto, señala que disponer de un «ejército convencional» sería una opción «políticamente discutible» por sus «costes iniciales altísimos», su mantenimiento, «un 2% del PIB, 4.000 millones al año», y porque «necesita tiempo para llevarse a cabo», no menos de cinco años, se apunta. El hecho de acabar «dependiendo tecnológicamente y, por tanto, políticamente, de otros países» llevan a ERC a descartar esta opción.

Los republicanos apuntan alternativas. Una sería «no tener Ejército pero acordar un encaje con los sistemas de defensa europea, mediante acuerdos multilaterales en el ámbito del “Euroejército”». «Si bien haría falta el consenso de los países miembros» apuntan, «hay motivos geoestratégicos y económicos para pensar que la mayoría de los países serían favorables» a la entrada de Cataluña. Esta opción implicaría costes menores, ya que se apunta a la creación de un «cuerpo armado de élite con un mínimo de capacidad», siguiendo el modelo de Islandia. Finalmente, ERC apunta a una tercera opción, que pasaría por llegar a «un acuerdo de defensa» con terceros países, en este caso sugieren Francia.

El documento elaborado concluye que la «posición estratégica dentro del Mediterráneo (corredor del Mediterráneo, con puertos importantes, aeropuerto…) nos daría buenas condiciones de negociación con los países vecinos».

«Tanques obsoletos»

El interés del independentismo en materia de Defensa no es nuevo. En diciembre ya se celebraron unas jornadas, y son varios los documentos, unos más elaborados que otros, sobre el asunto. Uno es el que hizo a iniciativa propia el Centro de Estudios Estratégicos de Cataluña, del fundador de CDC Miquel Sellarés, en el que sugiere un ejército de 25.000 efectivos, entre profesionales y reservistas, con un coste anual de 3.000 millones. Otro estudio lo elaboró la sectorial de Defensa de la Asamblea Nacional Catalana (convocantes de la Diada del 11-S), donde incluso se especula con el armamento necesario y apunta a una dotación de 50.000 militares en activo y 66.000 reservistas, eso sí, con un coste menor, 2.580 millones al año.

El del coste es un asunto que preocupa. Quizás por ello el portavoz de ERC en el Congreso, Alfred Bosch, ya pidió al ministro de Defensa, Pedro Morenés, que vaya preparando un «reparto de activos» para cuando «se produzca la independencia». «Y no hablamos de de tanques obsoletos», apuntó.

 

Tener protección militar de Francia, la otra opción del independentismo

· ERC no ve factible que, llegado el caso, España haga uso de la fuerza para «tomar el control».

Aunque el presidente catalán, Artur Mas, se ha mostrado partidario de no disponer de un Ejército propio —«dentro del marco conjunto de la OTAN y la UE, no tiene sentido destinar recursos a la defensa cuando la tendencia es compartir recursos en seguridad y a escala militar», dijo—, lo cierto es que su Consejo de Transición, y también sus socios de ERC, sí que especulan con el modelo de Ejército.

En este sentido, los republicanos descartan por excesivamente costosa la creación de un «ejército convencional», sugiriendo en cambio la formación de un «cuerpo de élite» o –como segunda alternativa– un «acuerdo de defensa» con un tercer país. En este punto, el documento de ERC apunta que «hay expertos —no cita a ninguno— que afirman que Francia podría estar interesada». La ponencia reconoce con todo que esta opción, «más económica a corto plazo», «no sería nada neutra desde la perspectiva de las relaciones entre los Estados español y francés»

En ERC el interés por el asunto es amplio. Aparte de la ponencia citada, otro documento, también preparatorio de la conferencia de julio, reflexiona sobre este asunto tema, apuntando además la necesidad de crear una agencia de inteligencia, así como de una fuerza policial suficientemente dotada que garantice el orden público ante una eventual declaración unilateral de independencia. «En el contexto internacional actual es difícil que España haga uso de la fuerza para tomar el control de Cataluña», apuntan, pese a lo cual, señalan que «es necesario contar con una unidad especializada en grupos radicales, especialmente grupos españolistas, para evaluar la potencialidad de posibles acciones que rompan el orden público» y que, apuntan, el Estado podría alegar para intervenir.

ABC 20/05/2013