EL MUNDO – 10/09/14
· CiU se aparta de su socio y Margallo dice que «nadie puede franquear» la ley.
Oriol Junqueras rompió ayer su norma de no especular acerca de qué pasará cuando el Tribunal Constitucional vete, como se da por seguro, la consulta soberanista. Lo hizo, además, para proponer una solución que le granjeó las críticas de toda la oposición en Cataluña, y también las de varios dirigentes de sus socios de CiU: el líder de ERC se mostró partidario de la «desobediencia civil» si se prohíbe la votación del 9 de noviembre.
Pese a que ha reñido públicamente varias veces a miembros de CiU, incluido el president Mas, cuando se han pronunciado acerca de los planes tras el veto del TC (porque cree que de momento hay que dar por hecho que habrá consulta el 9-N), Junqueras no pudo callarse cuando ayer le preguntaron en Catalunya Ràdio si en un caso así apostaría por la «desobediencia civil», como ha pedido la CUP. «Y tanto, claro», respondió. Y añadió, hermanando la reivindicación independentista con la lucha contra el racismo: «Como hizo Martin Luther King».
De hecho, uno de los escenarios preferidos por los republicanos es el de que el Gobierno tenga que impedir por la fuerza la celebración de la consulta, porque piensan que eso legitimaría su reivindicación en el plano internacional. «¿Qué harán? ¿En serio vendrán a quitarnos las urnas si los colegios electorales están llenos de gente y hay colas para ir a votar?», se preguntó ayer.
El líder de ERC no se siente aludido cuando el Gobierno español exige respeto a la ley porque «los derechos fundamentales están por encima de cualquier consideración supuestamente jurídica de un tribunal que todos saben que actúa de forma arbitraria».
Estas palabras de Junqueras provocaron las quejas, más o menos vehementes, de casi todos los partidos catalanes. Incluso las de CiU, aunque el líder de ERC dijo ayer que la relación entre ambas formaciones es «inmejorable». Pere Macias, diputado en el Congreso, afirmó que la posición de Esquerra y del PP en este asunto «centra» a Mas. El portavoz de CiU en la Cámara, Josep Antoni Duran Lleida, también dijo que no comparte la iniciativa.
Sin embargo, el Govern sigue sin dejar claro qué propondrá si el TC prohíbe la consulta, que se convocará con casi toda seguridad la semana que viene. El portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, pareció desdeñar la opinión de Junqueras cuando tildó de «recurso literario» la idea de la desobediencia civil, pero se negó a desvelar nada más. «El Govern no se pronuncia sobre hipótesis», afirmó.
Pero la prueba de que la pregunta más importante sigue siendo qué pasará tras la prohibición de la consulta, y de que el Gobierno estará relativamente tranquilo mientras Mas se ciña a su promesa de respetar la ley, está en el alud de críticas que recibió la propuesta de Junqueras por parte de los grandes partidos españoles.
El Gobierno, por boca del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, advirtió de que el respeto a la legalidad «no se puede franquear». «El Estado de Derecho y el respeto a la legalidad son garantía de la seguridad y las libertades ciudadanas», dijo. «No contemplo que ninguna fuerza política democrática llame a la desobediencia civil y al incumplimiento de la legalidad que todos nos hemos dado», añadió el ministro.
Desde el PSC, el portavoz parlamentario, Maurici Lucena, calificó las declaraciones de Junqueras de «frívolas e irresponsables», y recordó que la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, se manifestó hace unos días en un sentido contrario.
En cuanto a Ciutadans, la portavoz del partido en la Cámara catalana, Carina Mejías, tachó de «profundamente irresponsable» el llamamiento de Junqueras, y advirtió de que será responsable si el 9-N se producen «algunos enfrentamientos» en Cataluña.
Mientras tanto, la Asamblea Nacional Catalana siguió presionando a Mas en la misma dirección que Junqueras. Su vicepresidente, Jaume Marfany, aclaró en un acto en Bilbao a qué se refieren ellos cuando hablan de celebrar una consulta dentro de la ley: «Cuando decimos que haremos una votación completamente legal es porque nos basamos en la legalidad catalana». Es decir, la de la ley de consultas que el Gobierno ya ha anunciado que impugnará.
ERC salva a Mas de comparecer
Oriol Junqueras anunció que su partido no apoyará la comparecencia de Artur Mas en la comisión de investigación del ‘caso Pujol’ que se abrirá en el Parlament, como pedían PSC, PP y Ciutadans. El líder de ERC argumentó que el presidente de la Generalitat ya responde a las preguntas de los grupos «cada 15 días» en las sesiones de control en la Cámara. Sin embargo, esta decisión le valió las críticas de los partidos de la oposición, porque el concurso de los republicanos era imprescindible para forzar a Mas a hablar sobre la corrupción de los años del ‘pujolismo’: el PSC habló de «una rectificación política y táctica»; para el PP, ERC «antepone el apoyo al proceso secesionista a la necesidad de aclarar los casos de corrupción».
EL MUNDO – 10/09/14