EL MUNDO – 26/07/16
· Ignora el aviso del TC sobre tramitar el debate sobre el referéndum unilateral.
· Junts pel Sí (JxSí) pondrá esta semana al Parlament de Catalunya a las puertas de la desobediencia al Tribunal Constitucional (TC) al forzar que se celebre el debate sobre el Proceso Constituyente, entre cuyas conclusiones se cuenta la organización de un referéndum unilateral para «completar» la desconexión del resto de España.
El TC advirtió la semana pasada a la Mesa del Parlament de que la inclusión del debate en el orden del día suponía traspasar los límites establecidos por la Constitución. En concreto el tribunal alertaba de que su tramitación supone ampliar «la apertura de un proceso constituyente en Cataluña encaminado a la creación de la futura constitución catalana y del estado independiente» y violar, por tanto, la suspensión que el propio TC decretó sobre la declaración de independencia del pasado 9 de noviembre.
La advertencia del TC surtió efecto en la Mesa, cuyos miembros evitaron incluir el debate entre los puntos del último pleno antes de las vacaciones estivales y dejaron la decisión en manos de los grupos parlamentarios. En concreto de JxSí, cuyos socios –el Partit Demòcrata (PDC), nueva denominación de CDC; y ERC– acordaron ayer modificar el orden del día para que el debate se celebre hoy, mañana o el jueves. El reglamento del Parlament permite que se modifique el orden del día si dos grupos lo reclaman.
Para ello JxSí se unirá a la CUP, principales promotores de llevar al Parlament hasta la desobediencia al orden jurídico español. JxSí, además, necesita los votos de los anticapitalistas para salvar la cuestión de confianza a la que se enfrentará el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, en septiembre.
La división existente en el Parlament se volvió a evidenciar ayer cuando la oposición en bloque pidió a JxSí y la CUP que no lleven las conclusiones del proceso constituyente al pleno para evitar el «gran error» de «desobedecer al Constitucional» y situar al Parlament «al margen de la ley». El partido más incisivo en este aspecto fue el PSC, quien trazó un paralelismo con la resolución independentista del 9-N y aseguró que el caso del Proceso Constituyente es incluso «más grave» porque las conclusiones aprobadas en sesión plenaria pasarían a ser «resoluciones» que habría que llevar a cabo. «Nadie tiene derecho a poner las instituciones fuera de la ley, en ningún caso es democrático saltarse la ley», advirtió su diputada, Eva Granados.
La líder de la oposición y de Ciutadans, Inés Arrimadas, también incidió en este aspecto al asegurar que la situación puede llevar al Parlament a votar «cosas que se sabe que no se van a cumplir». Por ello, pidió a los demás partidos «ir todos a una» y oponerse a una hipotética votación.
«No se tendrían que votar en el pleno, no son conclusiones reales sino que son las condiciones para mantener a Puigdemont», aseguró la coordinadora general de Iniciativa, Marta Ribas, en referencia al papel de JxSí –y en especial de los diputados vinculados al PDC– de ceder ante las peticiones de la CUP. El PP, por su parte, ya advirtió la semana pasada de que con este gesto de desobediencia se podría «poner en riesgo el autogobierno catalán».
EL MUNDO – 26/07/16