Del Blog de Javier Elorrieta
Destaco el artículo de Teo Uriarte, quien ha pasado por evolución similar a la mía. Él pasó por dos penas de muerte, conmutadas, y 8 años de cárcel, hasta la Amnistía política, tras la conquista de las libertades democráticas y la Constitución de 1978. Yo pasé por 8 meses de cárcel, dos sumarios del TOP y 6 años de exilio por estar inmerso en tres sumarios y un sumarísimo militar. Los dos tuvimos en una parte de nuestra vida, él como afiliado, y yo como independiente, representación pública por el Partido Socialista en el País Vasco.
Como, también pasaron por el PSOE, y con representación en instituciones en España, las dos europarlamentarias que ayer intervinieron en el Parlamento europeo, Soraya Rodríguez y Maite Pagazaurtundua, denunciando las políticas de atentado al estado de derecho que suponen las políticas del PSOE de Sánchez para comprar siete votos de un de un golpista secesionista prófugo de la Justicia de un Estado de derecho.
Teo hace una descripción de evolución política del PSOE, como lo que algún chileno que fue del PC Chileno, y que tras exiliarse a la RDA y a Cuba , renegó de la ideología comunista y fue evolucionando hacia posiciones liberales, Roberto Ampuero, define como «REGRESISTAS» a los que irónicamente se autodefinen progresistas.
Ayer vi a Alfonso Guerra. No sé qué pensaran los allegados que se mantienen y votan PSOE.
Una pega, por mi parte, a la intervención de Alfonso Guerra. La deificación del Partido, aunque reconozca que su política actual es todo lo contrario a lo que debiera hacer, exhibe una sacralización de subjetividad afectiva partidista ridícula. De la que algunos de mi entorno ya salieron, y en el que algún allegado y amigo se mantiene.
Lo decía alguien tan vinculado en su tiempo al PSOE, Ignacio Varela, teóricamente más sólido que Alfonso Guerra: el PSOE no es un partido de 150 años. Lo que ha habido son cinco partidos diferentes que han usado las mismas siglas 150 años. Y los que más se parecen son los de 1934 y el actual. El primero provocó, con el Frente Popular, el golpe militar que terminó en guerra civil. El de ahora ha hecho un Frente social-comunista-secesionista. Y ha explicitado que va a hacer un MURO de división política, tras una degradación institucional, que ha hecho rebajar la calidad democrática de España, con una creciente polarización social, cuyo desenlace está por conocerse. Comprobar a qué nivel de degradación democrática llega. Y que dificultades de reversibilidad va a requerir.
Vamos, a saber a qué nivel de alteración democrática va a llegar quien se ha convertido, por sus políticas de compra de la Presidencia del Gobierno, en el mayor peligro para la convivencia en libertad e igualdad ante la Ley de la ciudadanía en España.
No se pierdan el resto de artículos.