Del blog de Javier Elorrieta
Hoy destaco el artículo de Pedro Chacón. Un curioso análisis para mostrar modernidad. Pero tiene más enjundia que la que puedan algunos pensar. Casi todo en el País Vasco es de tradición inventada y reciente. De ahí aquella sentencia, creo que fue de Julen Guimón, de que el País Vasco la historia es impredecible.
Al margen de la fealdad estética comparativa entre un carbonero sucio con apariencia de borrachín, Olentzero, que lleva un saco de carbón, al que luego buscaron novia,  y unos Reyes Magos de procedencia exótica, guiados por una estrella, que sobre dos caballos majestuosos y un camello ( o un dromedario) portan oro e incienso, convendremos en que no hay color. Tampoco con el «internacional» Papá Noel.
Además, las primeras publicaciones del PNV, entre muy finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando Sabino Arana inventó el nombre de Euzkadi (con Z), en estas fechas se hacia referencia en sus publicaciones a los Reyes Magos, porque era la tradición cristiana. La verdad es que el invento, aunque sea más feo, con tal de que se crea genuino adquiere «belleza nacional».
Cuando en el diario escrito más leído en Bilbao. El Correo Español, El Pueblo Vasco, reducido al Correo, publicaba diariamente los nombres de fallecidos y recién nacidos, era todo un espectáculo comparativo.
De todas formas hay cuestiones que son dignas de reflexionar. Porque entre los «charnegos, coreanos, maquetos» han surgido figuras singulares, «los Rufianes» secesionistas. Los Paredes ,Troitiños, De Juana Chaos, etc. Los que en particular valoración me transmitió el cantante Imanol Larzábal, con el que compartí exilio en 1971. en Francia. «El plus de crueldad de aquellos que fueron conocidos como «los gallegos de Trincherpe», como mérito para ser admitidos y reconocidos. Como una fórmula al estilo de las duras pruebas de un «Hombre llamado Caballo», para ser admitido en la Tribu, sin ser indígena.
Si hubiera que hacer la gran caricatura de una de las canciones más típicas del excursionismo nacional. «Vamos a contar mentiras. Tralará», sería la alteración de la historia real del País Vasco, la fabulación como palanca de creación nacional impostada. Reconozco que ahora, con la Presidencia del Gobierno de Pedro Sánchez, pone en los asuntos de mentira y falsedad, en una competición muy dura.
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