La Cámara vasca no condena a ETA y nombra senador de Bildu a Goioaga

ABC 25/01/13

· Los proetarras retoman el tono desafiante y se encaran con el PP: «¿Quién expide el carné de demócrata?»

El primer punto del primer pleno de la nueva legislatura vasca culminó con la elección definitiva como senador autonómico del abogado de presos Iñaki Goiaga, denunciado por la Fiscalía de la Audiencia Nacional por presunta pertenencia a ETA. Pese a la enérgica repulsa expresada por PP y UPyD, que abandonaron el pleno en protesta, ante lo que tacharon de «provocación» e «insulto» a los demócratas, EH Bildu vio cómo su candidato, al que un exetarra sitúa como el enlace entre la cúpula de la banda y los presos, ocupará en los próximos días su escaño en el Senado.

«Es imposible no indignarse. Vienen aquí a regodearse», recriminó el presidente del PP de Guipúzcoa, Borja Sémper, a la coalición radical en un discurso de alto voltaje con el que denunció lo «indecente» de la designación, apoyada por PNV, EH Bildu y cinco de los dieciséis parlamentarios socialistas, entre ellos, Patxi López. El representante de UPyD, Gorka Maneiro, lo consideró una «provocación» e «insulto a la sociedad democrática».

Pese a las alusiones, Goioaga asistió al debate con rostro imperturbable, exhibiendo por momentos una media sonrisa, y después bajó de la tribuna para sentarse junto a los parlamentarios de EH Bildu. Todos ellos soportaban con parsimonia las acusaciones vertidas sobre su complicidad con los violentos, portando en la pechera una tarjeta para exigir los «derechos» de los presos de ETA.

Exigencia a Bildu

Lo cierto es que en la sesión plenaria de ayer, la primera del nuevo hemiciclo donde el nacionalismo es mayoría, se volvió a evidenciar la brecha existente entre los partidos, que fueron incapaces de consensuar una postura común ante medio siglo de terror.

Nada más dar por bueno a Goioaga, la Cámara autonómica, con los votos en contra de PNV y EHBildu, rechazó la resolución de condena a ETA presentada por el PP, que también pretendía arrancar un pronunciamiento formal de exigencia de disolución definitiva e incondicional. La portavoz popular, Arantza Quiroga, que en esta ocasión sí obtuvo el apoyo de socialistas, y UPyD, advirtió al resto de grupos sobre la necesidad de no bajar el listón democrático ahora que Batasuna vuelve a ocupar sus escaños (con 21, es la segunda fuerza política), aunque no tuvo demasiado éxito. El portavoz de EH Bildu, Julen Arzuaga, ironizó sobre las acusaciones de «legitimidad» e inquirió al PP: «¿Quién expide el carné de demócrata?». El PNV, que reiteró su posición en contra del terrorismo, apostó por el reconocimiento general de «la injusticia en todos los supuestos», dando así cancha a la teoría del «conflicto» que defienden los radicales. Su portavoz, Joseba Egibar, incluyó la necesidad de establecer un «protocolo» para que la banda pueda hacer efectiva su disolución. «Si se quiere la disolución de ETA, hay que prepararla», dijo, ahondando en la idea de un final pactado con los pistoleros y apuntando a que la «primera responsabilidad» es del Gobierno. El PSE, que sí apoyó la moción, se inclinó por superar el debate sobre la necesidad de condena y llamó a trabajar por la convivencia futura a puerta cerrada en la ponencia de «paz». Sin embargo, el PP anunció su renuncia a retomar los trabajos de la citada «ponencia de paz».

Otra provocación a favor de los presos

Los cargos de Bildu portan desde ayer, allá donde se encuentren, tarjetones colgados del cuello con un lema alusivo a los «derechos humanos» de los presos de ETA y su reagrupamiento en el País Vasco. Lo hicieron durante el pleno que celebró el Parlamento vasco. Sin embargo, la presidencia de las Juntas Generales de Vizcaya ordenó a los junteros que se las quitaran mientras estén en la institución. Queda por ver si los diputados de Amaiur exhibirán estas cartelas cuando acudan al Congreso y la postura en ese caso del presidente, Jesús Posada.

ABC 25/01/13