Tonia Etxarri-El Correo
Sellada la primera victoria de Pedro Sánchez en el Congreso gracias a la inoperancia de Vox a la hora de pactar con el centro derecha, ya tenemos la foto fija de la relación de fuerzas en el poder de la Cámara baja. Sin Ciudadanos y con una representación sobredimensionada del grupo de Pablo Iglesias en relación con su fuerza electoral, podemos hacernos una idea de las iniciativas que podrán salir adelante. Con una Mesa integrada por seis diputados de izquierda y extrema izquierda populista apoyados por los nacionalistas y tres diputados de centro derecha. Minuto y resultados, cantados.
Digerida la primera sesión de la legislatura, con numeritos impropios de una democracia consolidada que demuestran el desprecio que muchos diputados profesan a la Constitución que tanto costó conseguir en la época de la Transición, dejemos las musas y pasemos al teatro. Que gira en torno a la investidura que tanto le está costando conseguir al aspirante socialista porque las urnas no le dieron el apoyo suficiente.
Han degenerado las relaciones entre las fuerzas constitucionalistas desde aquel mandato en el que el PP, PSOE y Ciudadanos pactaron que la presidencia del Congreso recayera sobre un socialista (Patxi ,¿te acuerdas?) aunque las elecciones las había ganado el Partido Popular. Hace solo cuatro años de ese acuerdo, aunque parece que haya transcurrido una eternidad. Por dos razones: porque se han sucedido tres legislaturas en tan breve espacio de tiempo y porque este Congreso ya no lo reconoce ni los leones del pórtico y avergüenza al mismo Alfonso Guerra. Tan fragmentado y enfrentado se adivina la incapacidad legislativa que nos espera. Pero esta representación se encuentra aún en el primer acto. Sánchez, pendiente de los secesionistas catalanes. ERC y también JxCat. CC OO y UGT aportando su grano de arena (sindical, por supuesto) yendo a visitar a Junqueras a la cárcel. ¿Es progresista ERC? Pregunta para el líder de UGT. «Sí», responde el interpelado. ¿Es progresista decir que hay que separarse de España porque el contribuyente catalán no tiene que soportar lo que no pagan andaluces o extremeños? Respuesta del mismo: «No». Si la fórmula del verso libre de acatamiento de la Constitución por «imperativo legal» fue inaugurada por Herri Batasuna, la denominación de «conflicto político» por parte de quienes vulneran las leyes también fue una bandera enarbolada por el grupo de Otegi. Hace muchos años. En los de plomo. Ahora, ese pabellón de conveniencia lo comparte el socialista Ábalos. Sin desencajarse. Así estamos.