EL MUNDO 05/12/13
· La Policía investiga la relación de los ultras del Rayo con los grupos proetarras y antisistema
· Han mantenido citas en el País Vasco y en Madrid, donde les dan alojamiento
· «Se creen los dueños del club y del estadio»
Los seguidores ultras son un quebradero de cabeza diario para los clubes de fútbol, grandes y pequeños. Si en el Real Madrid estudian cómo disolver a Ultras Sur, al otro lado de la M-30 es el Rayo el que debe convivir con otro sector muy radical, cada día más. En la animosa afición vallecana se mueven elementos peligrosos que tienen en guardia a los cuerpos de seguridad del Estado. Bukaneros, la sección radical del equipo franjirrojo, está bajo vigilancia por sus vínculos con grupos antisistema y también con la izquierda abertzale. Esta última relación ha provocado el seguimiento policial a varios de los líderes del fondo sur vallecano.
El grupo antiterrorista contra ETA en la capital observa con atención la influencia en los Bukaneros de Izquierda Castellana (IzCa), una coordinada de grupos radicales que tiene en el barrio de Vallecas su sede madrileña. Los vínculos son estrechísimos, con algunos miembros compartiendo liderazgo en ambas formaciones. Esta entente se ha convertido en una de las plataformas de apoyo a la izquierda abertzale en Madrid. Muchos de ellos suelen acudir a la puerta de la Audiencia Nacional cuando toca jalear a detenidos etarras o a citados a declarar, a los que incluso les han dado alojamiento en el local que tiene Izquierda Castellana en Vallecas.
Si en el Bernabéu los Ultras Sur atraviesan un momento crítico, enfrentados entre ellos, en el modesto estadio rayista sus radicales sacan músculo dentro y fuera del campo
La pasada semana la policía identificó a varios miembros de IzCa y Bukaneros entre los más de 20 ultraizquierdistas detenidos tras protagonizar un asalto y agresiones a cinco estudiantes en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid. Días antes, algunos bukaneros fueron detectados también en los incidentes que marcaron los días más tensos de la huelga de basuras en la ciudad.
Un despacho de abogados muy vinculado a uno de los capos de Bukaneros lleva la defensa de muchos de los detenidos la pasada semana por el ataque en la Complutense. Esta firma también representó en España a Santos Mirasierra, encarcelado por los graves incidentes de los seguidores radicales del Olympique de Marsella en el Vicente Calderón en octubre de 2008. ¿La ideología de estos ultras franceses? También extrema izquierda.
Tres grupos distintos de la Policía Nacional (ETA, Violencia en el Deporte y Extrema Izquierda) colaboran para tener bajo control la alianza de Bukaneros-IzCa con los abertzales. En ocasiones, líderes de los ultras vallecanos han viajado al País Vasco para participar en conferencias y reuniones en herriko tabernas, donde explican sus acciones e ideario en Vallecas. Y en Madrid, prebostes del grupo ultra del Rayo mantienen reuniones habituales con asesores de Amaiur, la marca batasuna que en la actualidad tiene representación en el Congreso de los Diputados. Desde la entidad franjirroja se afronta la complicada convivencia con los Bukaneros.
Los ultras están enfrentados a la directiva del equipo y piden en cada partido la dimisión del presidente, Raúl Martín Presa, al que critican su gestión. La relación es muy tensa. Tampoco perdonan que se les cerrara el cuarto que tenían dentro del campo. Sobre ellos cayeron las sospechas del sabotaje eléctrico que se llevó a cabo la pasada temporada en el partido contra el Real Madrid. El encuentro se suspendió tras aparecer varios cables del suministro cortados. La investigación aún sigue abierta.
«Con nuestros medios, tratamos de controlar la situación lo mejor posible», dicen desde el club, donde intentan evitar escenas como las vividas a las afueras del estadio en marzo de 2011, antes de un partido contra el Betis. Aquella tarde un coche de la policía fue quemado por los ultras. «Ideológicamente son fanáticos. Consideran que el estadio de Vallecas y el club son suyos», explican fuentes que vigilan de cerca a estos radicales.