ABC – 02/10/15
· Los antisistema salvan su división interna con una propuesta de Ejecutivo colegiado.
La Candidatura de Unidad Popular (CUP) reconoce que no va a ser posible aguantar la presión de la lista de Artur Mas y que, finalmente, tendrán que apoyar la investidura del líder convergente. Lo contrario, afirma la formación antisistema, supondría torpedear el proceso secesionista.
Muy consciente de la estrategia de Junts pel Sí ( JPS), consistente en cerrar filas en torno a Mas y dejar pasar los días hasta que la CUP mueva ficha, el dirigente de este partido, Quim Arrufat, manifestó: «Hay una fórmula muy fácil para conseguir que la CUP vote a Mas como presidente. Se cierra en banda CDC y JpS, se hace presión contra la CUP durante dos meses, se llega hasta el final. Y como la CUP, antes que hacer descarrilar el proceso, estará al lado del proceso, pues se impone Junts pel Sí. Es la manera más fácil»,
Miedo al declive
Para un partido asambleario, no ha sido fácil llegar a esta conclusión. La cuestión de la investidura de Mas ha provocado disputas internas. Un sector insiste en rechazar a un presidente identificado con el capital, los recortes y la corrupción, mientras que el equivalente al «oficial» recuerda que el bloqueo obligaría a convocar nuevas elecciones tras las generales, en un escenario donde el «souflé independentista» habría bajado, en perjucio del propio partido. CDC y ERC, que se verían obligadas a presentarse por separado, también hacen esa lectura, según publicó ABC, pues auguran una fuga de voto prestado anti-PP. Un gobierno colegiado, con tres o cuatro perfiles y sin personalismos es la mejor fórmula de consenso interno que la CUP podía proponer.
Precisamente ayer, la Diputación de Barcelona fue escenario de la primera votación conjunta de CDC, ERC y CUP tras las elecciones del 27-S. Los votos de estas tres formaciones permitieron aprobar una propuesta de adhesión a la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), entidad que apoya a Junts pel Sí. Por contra, PP, Ciudadanos y PSC votaron en contra, mientras que la Entesa (ICV y Barcelona en Comú) y dos diputados de UDC se abstuvieron. Los populares han reclamado el coste que, para el erario público, supondrá inscribirse en la AMI, que funciona a base de las cuotas que pagan ayuntamientos y entidades supramunicipales.
ABC – 02/10/15