La CUP aguanta el pulso a CDC y mantiene su ‘no’ a la investidura de Mas

EL MUNDO – 25/11/15

· Niega que haya riesgo de ruptura interna y mantiene su ‘no’ a la investidura de Mas.

· La CUP, la clave de bóveda necesaria para que Artur Mas pueda formar Govern y continuar su desafío a la estructura institucional del Estado, mantiene de momento el pulso a Convergència.

· Han aparecido en el partido anticapitalista los primeros síntomas de flaqueza, pero uno de sus 10 diputados, Albert Botran, insistió ayer en que el no a la investidura de Mas se mantiene.

La CUP lleva semanas probando el brebaje que Convergència dispensa a quienes no se pliegan a su voluntad. Desde tribunas políticas y mediáticas, la intimidación para que el partido que encabeza Antonio Baños en el Parlament acepte ceder a Junts pel Sí los dos votos que necesita para investir a Mas está siendo asfixiante. Hasta el punto de que la etiqueta #pressingCUP ha hecho fortuna en internet para denunciar las coacciones más enérgicas.

La situación ha provocado que esos altavoces convergentes hayan celebrado como un éxito un comunicado de Poble Lliure –una de las muchas organizaciones integradas en la CUP– que no menciona la investidura de Mas, pero que insiste en que «no favorecer la ruptura independentista en el momento actual representa ponerse al lado de España y la oligarquía, perpetuar las formas de poder despóticas de este Estado y las políticas de despojo, con lo que se ayuda a prolongar la situación de opresión y ahogo social para el pueblo trabajador catalán».

Sin embargo, otra de estas organizaciones, Endavant –en la que milita la influyente diputada Anna Gabriel, número dos en las últimas elecciones–, mantuvo por escrito que «es justamente Mas quien ahora mismo representa el eslabón de unión entre el proyecto de refundación del Estado español y las aspiraciones de la mayoría de Cataluña a la soberanía», y que «sólo apartándolo de la Presidencia de la Generalitat será posible avanzar en la ruptura con el Estado».

La comparecencia de ayer de Albert Botran sirvió para aclarar que la CUP «mantiene» el no a la investidura de Artur Mas, aunque el diputado anticapitalista añadió también que las negociaciones con Junts pel Sí «maduran adecuadamente». La CUP está empeñada en llegar a pactos en tres ámbitos –que llaman «proceso constituyente», «ruptura democrática» y «plan de choque social»– antes de hablar de quién debe ser president, aunque han pedido muchas veces a Junts pel Sí que proponga un candidato alternativo a Mas.

Preguntado sobre si ve posible llegar a un acuerdo con Junts pel Sí antes del 4 de diciembre, cuando empieza la campaña de las generales, Botran no se mostró demasiado optimista. «Todo es posible», dijo el representante de un partido que no se ha ablandado ni siquiera tras pactar con Junts pel Sí una declaración independentista que ya ha provocado bajas en CDC por su atrevimiento.

Pero sobre si la CUP mantiene su negativa a investir a Mas, Botran respondió tajante: «Sí, claro. Nosotros nos hemos mantenido siempre en eso. Continúa siendo un desacuerdo». El diputado tampoco considera que los comunicados de diferentes facciones sobre la cuestión sean una «fuente de debilidad», y descartó la ruptura del partido.

Las miradas están puestas ahora en la asamblea que la CUP celebrará el domingo. Botran se negó a confirmar si los dirigentes del partido llevarán a ese encuentro una propuesta cerrada con el nombre de Mas para que la voten las bases, si se ha llegado a un acuerdo para entonces.

El presidente de la Generalitat en funciones no tenía muchas ganas ayer de hablar de las negociaciones. En su comparecencia de respuesta a las últimas exigencias económicas del Gobierno, Mas dejó algunas frases que pondrán en alerta a los independentistas.

EL VETO A MAS

El candidato a las generales por Democràcia i Llibertat, Francesc Homs, admitió ayer tener «muchas discrepancias con la CUP» y cargó contra la formación por haber «vetado» la investidura de Mas.

Con todo, hizo un llamamiento para que la CUP asuma la responsabilidad de salir de este «callejón» en el que se encuentran, porque son los anticapitalistas quienes deben resolverlo.

EL MUNDO – 25/11/15