La desobediencia que los parió

EDUARDO GOLIGORSKY – LIBERTAD DIGITAL – 29/10/16

· Así es la CUP y la CUP manda. Que nadie se extrañe entonces de que en este ambiente aumente la violencia filioparental y se degrade la familia.

El titular pone los pelos de punta (LV, 23/10):

Violencia de hijos a padres: «No sabemos cómo atajarla» – Los progenitores, impotentes ante un fenómeno en alza

La información completa el efecto alarmante:

La violencia filioparental, que ayer se trató en el IX Fórum Interxarxes de la Diputación de Barcelona, organizado por Fina Borrás, es un fenómeno poco visible y poco cuantificado. Los datos policiales (casi 5.000 expedientes incoados en el 2015 en España, unos 267 imputados en Catalunya en el 2014) son la punta de un iceberg que esconde una base de población mucho mayor. Las familias no denuncian y los expertos consideran que, efectivamente, los juzgados deben ser la excepción, el último cartucho.

Uno de estos expertos se remonta a las causas del precoz trastorno de conducta:

El psicólogo Javier Urra, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Violencia Filioparental, puso el foco en la permisividad social. «Se quiere educar sin utilizar la palabra ‘no’, sin aceptar la frustración», señaló y «los niños se convierten en dictadores». A su juicio, la patada a la madre (casi siempre el progenitor agredido es la madre) a los seis años equivale en gravedad a un puñetazo a los 17. «Autoridad también es amor».

Iniciativas estrambóticas

Todo muy cierto. Sin embargo, para situar el fenómeno en su contexto social es necesario subrayar que hoy los niños y adolescentes ven que muchos adultos encumbrados en posiciones de mando llevan la desobediencia por bandera. La desobediencia a autoridades de rango superior, a las leyes y a los tribunales de justicia. La desobediencia así propalada desde la cúpula es la que está pariendo, entre otros muchos frutos aberrantes, a los alevines de vándalos que practican la temida violencia filioparental.

La desobediencia es el pan nuestro de cada día en los medios de comunicación y las redes sociales. Agravada hasta más allá de las líneas rojas de la convivencia civilizada por el hecho de que quienes la perpetran se jactan de su comportamiento, lo ponen como modelo de patriotismo, se apoyan corporativamente los unos a los otros y estimulan al rebaño para que los imite. El Tribunal Constitucional, la Audiencia Nacional y el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña dictan sentencias condenatorias por unanimidad, con el voto de magistrados catalanes propuestos por los partidos nacionalistas, y la respuesta es siempre la misma: desobedecer y convocar manifestaciones de solidaridad con los imputados. Y estos continúan desafiando la legalidad con nuevas iniciativas estrambóticas que conducen inexorablemente a la salida de la Unión Europea. Advierte Rafael Jorba («La reválida de Puigdemont» (LV, 14/10):

Rajoy ha judicializado el proceso, pero el Parlament ha matado a Montesquieu (la separación de poderes). Una mala tarjeta de visita en los foros internacionales.

Amenazas de los energúmenos

Si los dos últimos presidentes de la Generalitat, los consejeros y muchos parlamentarios, empezando por la presidenta del cuerpo, más alcaldes y ediles, hacen ostentación de su desobediencia, ¿qué se puede esperar de los chavales que este sistema desquiciado ha parido? Una patada a la madre a los seis años, un puñetazo a los 17 y después… Después okupar edificios, quemar contenedores y apoderarse de los recintos universitarios acosando a los profesores que no son de su agrado. Un titular (LV, 7/6):

La ‘okupación’ de la Universitat de Lleida cumple tres semanas sin final a la vista – El rector busca un acuerdo que los estudiantes rechazan y decide no desalojar

La okupación fue acompañada por un escrache contra la profesora Imma Manso, subdelegada del Gobierno en Lérida, exigiendo, según un comunicado de los sublevados, «la dimisión del rector y la expulsión de Imma Manso y otros profesores tan infames como ella».

Otro titular (LV, 1/8):

La ex vicerrectora de la Autónoma denuncia una campaña de linchamiento – Silvia Carrasco fue amenazada por unos estudiantes en la ocupación del rectorado

Los hechos se remontan a un encierro de cientos de estudiantes en la Universidad Autónoma de Barcelona en abril del 2013, cuyos cabecillas están a la espera de resolución judicial. Silvia Carrasco, que es afiliada a Iniciativa per Catalunya, con suficientes credenciales de izquierda, relata con desolación las amenazas que recibió de los energúmenos cuperos y anarquistas:

Me perseguían en el campus, se ponían a dos centímetros de mi cara y me decían: «Te cagarás en las bragas, estamos aquí y no nos iremos hasta que te coja miedo, este es nuestro objetivo, ¿dónde tienes a Saura y los Mossos?».

Otro titular (LV, 21/10):

La UAB busca cómo evitar los actos violentos en el campus universitario – La mediación choca con el encierro ayer de los imputados por los disturbios del 2013

Los coletazos de aquel encierro aún perduran. Hay 25 estudiantes, un administrativo y un profesor a la espera de sentencia. La CUP se solidarizó con los imputados y la infaltable Anna Gabriel acudió al nuevo encierro en la Secretaría de Universitats, organizado por la CGT anarcosindicalista, y amenazó, dirigiéndose al responsable del Departament d’Interior, Jordi Jané, que no estaba presente:

Que no se atreva a tocar ni un pelo a las personas que están ahí.

Patologías sociales

Desobediencia y más desobediencia promovida desde las alturas, pariendo la insumisión, la violencia y el caos en la sociedad anómica. El énfasis en la desobediencia es capital, porque el partido que gobierna Cataluña, si bien supo simular, durante su larga trayectoria, un talante moderado y centrista para encubrir su núcleo duro independentista, hoy encarama en la Generalitat a un títere que pone en práctica la infumable hoja de ruta antisistema y nihilista de la CUP (Candidatura d’Unitat Popular). La CUP deposita su confianza en Carles Puigdemont porque tiene las herramientas indispensables para obligarlo a obedecer a la secta cuando le ordena desobedecer las leyes.

Así es la CUP y la CUP manda. Que nadie se extrañe entonces de que en este ambiente aumente la violencia filioparental y se degrade la familia. Cito un fragmento del ensayo Totalismo, de Miquel Porta Perales (ED Libros, 2016), indispensable para conocer los mecanismos del lavado de cerebro masivo al que nos someten los aprendices de dictadores que prometen crear «un mundo feliz» (Aldous Huxley dixit):

Una diputada de la CUP en el Parlament de Catalunya (Anna Gabriel) defiende que no sea la familia tradicional, sino la «tribu», quien eduque a los hijos que el grupo decida tener «en común». Así se evitaría el sentimiento de pertenencia biológica del hijo o la hija y «tan tuyos son tus hijos o hijas como el resto». En el fondo, late la vieja idea anarquista según la cual los hijos no son propiedad de nadie. Los hijos pertenecerían exclusivamente a su libertad futura. Todo muy normal. Se saca del bolsillo un artefacto adornado de purpurina (cocrianza y familia extensa) que dinamitaría la institución familiar. Para que todos (padres, madres, hijos, hijas) seamos –juntos– más felices.

Estos son los bárbaros (y las bárbaras, para respetar la neolengua orwelliana de las feministas radicales) que gobiernan Cataluña por interpósito pelele, con Barcelona como laboratorio matriz de la desobediencia que está pariendo tantas patologías sociales, las cuales van desde la violencia filioparental hasta el secesionismo etnocéntrico.

PD: Cataluña no tiene el monopolio de este parto totalitario. En el resto de España, Podemos, que según Pablo Iglesias («El orden reina en Madrid»,Público, 23/10) es heredero de la bolchevique Rosa Luxemburgo y del espartaquismo combativo alemán de 1919, convoca a hacer saltar por los aires la sociedad abierta ceñida a las leyes de la convivencia civilizada, con la intención manifiesta de que la desobediencia encarnizada ayude a parir un remedo autóctono de las satrapías tercermundistas.

EDUARDO GOLIGORSKY – LIBERTAD DIGITAL – 29/10/16