LIBERTAD DIGITAL 18/12/15
· Los militantes deberán votar sobre cuatro opciones: dos a favor de investir al «president» y dos en contra que advierten de nuevas elecciones
La dirección de la Candidatura de Unidad Popular (CUP) pretendería allanar y favorecer la investidura de Artur Mas con un inaudito e inédito sistema en el que se votaría sobre cuatro propuestas, dos a favor de presidente en funciones y dos en contra. Según las instrucciones enviadas a la militancia, el 27 de septiembre, en el Teatro de la Pasión de Esparraguera, después de desconectar los móviles, se llevará a cabo un debate general sobre los pros y los contras de Mas en el que se ruega a los participantes «utilizar un lenguaje lo más neutro posible, sin expresiones homófobas o sexistas«. A partir de ahí, el procedimiento será el de «un sistema de votaciones eliminatorias sucesivas en las que cada vez se descartará la opción menos votada hasta que sólo quede una o hasta que una de las opciones obtenga más del 50% de los votos, cuantificándose a tal efecto los votos en blanco, pero no los votos nulos. En caso de llegar a una última votación en la que sólo permanecieran dos opciones, resultará ganadora la más votada, sin tener en cuenta los votos en blanco o nulos».
Las cuatro opciones tienen un redactado barroco, denso y repetitivo, aunque se nota de manera evidente que la dirección de los antisistema está por investir a Mas ante la posibilidad de que el proceso colapse en la repetición de las autonómicas. Téngase en cuenta también que los estatutos de la CUP impedirían repetir como candidatos a los actuales diputados.
La primera propuesta, denominada A, consiste en: «Aceptar la propuesta de acuerdo político con el objetivo de avanzar hacia la creación de una República catalana a partir de una hoja de ruta de desconexión institucional y de ruptura democrática, un plan de choque de emergencia social y un proceso constituyente popular y democrático que permita ensanchar la base del proceso. Y, en consecuencia, aceptar el ‘Consejo de Presidencia‘ encabezado por Artur Mas».
La B, en cambio, ya avizora el negro panorama de unas hipotéticas elecciones en marzo. Dice así: «Rechazar el ‘Consejo de Presidencia’ encabezado por Artur Mas y, por tanto, la propuesta de acuerdo político. Agotar el plazo de negociación de una presidencia de consenso con plan de choque, hoja de ruta para la ruptura y proceso constituyente con el objetivo de ensanchar la base del proceso de creación de una República catalana. Asumir unas nuevas elecciones en caso de que Junts Pel Sí no presente una alternativa a la presidencia».
La C parece redactada por un fan de Mas: «Rechazar la propuesta de acuerdo político de plan de choque, proceso constituyente, hoja de ruta para la ruptura, así el ‘Consejo de Presidencia’. Favorecer la investidura de Artur Mas con el objetivo de evitar unas nuevas elecciones, desbloquear la situación actual y continuar trabajando para ensanchar la base del proceso y por la creación de una República catalana».
La D, y última, parece predestinada a morir a las primeras de cambio: Rechazar el ‘Consejo de Presidencia encabezado por Mas y, por tanto, la propuesta de acuerdo político. Trasladar a Junts pel Sí la responsabilidad de buscar apoyos más allá del grupo parlamentario de la CUP a través de nuestra abstención en el pleno de investidura. En caso de que Junts pel Sí no obtuviera más apoyos asumir ir a las urnas«.
Así pues, se abre una escapatoria para Mas tras días en los que diversos dirigentes de la CUP se han mostrado muy contrariados por el hecho de que los miembros de CDC y ERC dieran por cerrado el acuerdo de investidura. La CUP, en respuesta, ha llegado a pedir a sus electores que no acudan a las urnas este 20-D. Sin embargo, la nota emitida por la CUP a sus militantes parece diseñada para desencallar la situación. La primera opción a votar podría ser la ganadora, toda vez que la B y la D implican unas elecciones que en la CUP temen tanto como Convergencia, ERC y sus movimientos «cívicos» ANC y Òmnium. La presión es máxima sobre los diputados antisistema, incluso por parte de la banda terrorista Terra Lliure, que el miércoles emitió un comunicado a favor de Mas.
En suma, se trata de tragar con el presidente en funciones o el diluvio, adiós al proceso y, según las encuestas, un nuevo zarpazo electoral en Cataluña de Ciudadanos, el partido contra el que todos las formaciones separatistas dirigen sus ataques.