ABC-LUIS VENTOSO
De no haberlo denunciado este periódico, el disparate podía haber progresado
UN buen día, el PSOE, siempre pendiente del progreso de todas y todos y del fomento de los hechos diferenciales, decidió actuar. Los dirigentes socialistas locales se percataron de que los riojanos estaban extremadamente preocupados por la pobre atención oficial al euskera por aquellos pagos. Así que decidieron arreglarlo retocando el Estatuto de Autonomía de La Rioja (que ya va por su tercera reforma en una comunidad autónoma con 315.800 vecinos, el equivalente a la suma de Móstoles y Parla).
La legendaria calle Laurel de Logroño es una de las rutas de chateo de más solera y animación de España. Cuenta con unos sesenta bares, tantos que haciendo el recorrido al ritmo de los excelsos vinos locales se puede acabar fácilmente con una alegre trompa, de ahí su apodo de «la Senda de los Elefantes». Nadie se había fijado hasta entonces, pero el PSOE, que está en todo, percibió que entras en cualquiera de las tascas de la calle Laurel y no falla. El camarero, siempre con su preceptiva chapela, te suelta en cuanto te pispa: «Egunon. Zeir nahi izu?». Es decir, buenos días y qué quieres. La mayoría de los logroñeses piden entonces uno de sus magníficos riojas: «Jarri Errioxa».
En los colegios, más de lo mismo: el PSOE se dio cuenta de que la mayoría de los niños riojanos charlan en el recreo en correcto batúa. En las Gaunas, ya no digamos: entre la afición del Logroñés hay un clamor para que se ofrezca traducción simultánea en euskera en la megafonía del estadio. En el hilo musical de las empresas riojanas suena la txalaparta. No hay felpudo en Arnedo, Calahorra, Haro o Alfaro donde no te salude el preceptivo «Ongi Etorri». El canal en vasco de la ETB golea a «Máster Chef» en los hogares riojanos y los nombres más comunes en La Rioja sabido es que son Koldo, Agurtxane, Nekane y Eneko.
El PSOE, que está en todo lo crucial, desde los huesos de Franco hasta cómo serán los coches dentro de treinta años, había decidido mejorar la situación lingüística de La Rioja equiparando el vasco al castellano en el nuevo estatuto. Un disparate casi cómico, evidentemente, pues allí el uso del vascuence tiende a cero. Pero la cuña ya estaba colocada y de no haber sido por las informaciones de ABC probablemente habría prosperado.
Finalmente, el PSOE ha rectificado ante las críticas. Pero da qué pensar el hecho de que si el idioma vasco hubiese entrado oficialmente en La Rioja podría haber acabado fácilmente en los temarios escolares con un poquito de presión política. Los hechos diferenciales se inventan. La milenaria falda escocesa que hoy conocemos data en realidad del siglo XIX. El Barrio Gótico de Barcelona se levantó a comienzos del siglo pasado. La bandera gallega se creo en el XIX (y en América). El hoy antediluviano Euskadi es un neologismo inventado por Sabino Arana a finales de XIX. El magnífico historiador Eric Hobsbawm explicó a la perfección cómo se construyen estas mixtificaciones en «La invención de la tradición», un manual que prestaría un gran servicio en las escuelas de la flipada España actual.