Aunque el comunicado de ETA asume buena parte de las ideas de la ponencia oficial del debate de Batasuna, pretende volver al esquema de negociación perfilado por Otegi en Anoeta en 2004: dos mesas de negociación paralelas. Se olvida que ese esquema fracasó por su interferencia en las decisiones de Batasuna y con la explosión de un coche bomba en Barajas.
El último comunicado de ETA hay que comenzar a leerlo por el final, por la línea donde pone la fecha en la que se ha datado el papel: 31 de diciembre de 2009. La banda terminó el año asumiendo conceptos de la ponencia oficial sometida al debate en el seno de Batasuna y hablando de la importancia de la lucha política.
Nueve días más tarde, sin embargo, miembros de ETA fueron sorprendidos cuando se disponían a introducir en Portugal todo lo necesario para poner en marcha una fábrica de bombas. El comunicado refleja las palabras, pero el incidente de Zamora muestra los hechos de ETA y los hechos revelan planes para la continuidad del terrorismo, afortunadamente frustrados por la acción policial.
Hay una contradicción entre la lectura que algunos quieren hacer del comunicado de ETA, como una apuesta por la política, y las actuaciones constatadas de la banda que continúa con las armas en la mano. También podría interpretarse que hay dos organizaciones diferentes, una que firma escritos en favor de la lucha política y otra que continúa con sus actividades terroristas. Pero seguramente no hay contradicción alguna porque el mismo documento etarra parece descartar de manera expresa la posibilidad de una tregua y del abandono de las armas. Para ETA hacer política y pegar tiros no ha sido nunca una contradicción.
El comunicado de ETA publicado ayer pretende, ante todo, dar marcha atrás en el tiempo y retroceder hasta 2004. Por eso la banda defiende el esquema de negociación perfilado por Arnaldo Otegi en el velódromo de Anoeta en noviembre de 2004, un esquema que se basaba en el establecimiento de dos mesas de negociación paralelas, una de carácter político con Batasuna y la otra con la propia ETA.
ETA se olvida que ese es el esquema que fracasó hace tres años. Mejor dicho, que la propia ETA hizo fracasar a finales de 2006 con sus atentados y con su interferencia en las decisiones de Batasuna. El tiempo no pasa en balde y ese esquema negociador murió por la explosión de un coche bomba en el aeropuerto de Barajas. Ahora ni el Gobierno ni el Partido Socialista están dispuestos a embarcarse en otra operación como aquella, ni a asumir los riesgos que asumieron entonces sin ningún provecho.
La banda terrorista es cierto que asume en su comunicado buena parte de las ideas que figuran en la ponencia oficial del debate de Batasuna, pero no hay que olvidar que el objetivo de los dirigentes de la formación ilegalizada es poner en marcha un nuevo proceso de negociación con el Gobierno que, de entrada, conlleve su inmediata legalización para poder presentarse a las elecciones y en último término suponga la aceptación de las demandas tradicionales de ETA y su entorno: la autodeterminación y Navarra. ETA, evidentemente, no está en contra de eso.
Florencio Domínguez, EL CORREO, 18/1/2010