ABC 05/08/16
IGNACIO CAMACHO
· «El PSOE de hace unos años podría abstenerse y explicarlo, pero el de ahora ha perdido la capacidad prescriptiva»
«MIRA, a mí me parece que lo más importante que hemos perdido en el PSOE es la capacidad prescriptiva. Es un problema de debilidad de liderazgo; si tu proyecto carece de fortaleza intelectual no puedes defenderlo y te limitas a vivir instalado en el sofisma». Es aún temprano, pero la flama de agosto cae ya a peso sobre el desarbolado pavimento del centro de Sevilla. El interlocutor, socialista de militancia antigua, veterano en el partido pero no viejo en la vida, se parapeta a la exigua sombra del toldo de un café para bromear sobre su alejamiento de la política: «Ahora la vida del militante se centra en el activismo en Twitter. Y yo ni siquiera tengo cuenta porque estoy acostumbrado a expresarme con oraciones subordinadas…».
«No me preguntes qué va a pasar porque ni lo sé ni creo que nadie lo sepa. La tragedia es que todo depende del PSOE en el momento de mayor debilidad que yo he conocido. El partido de hace unos años podría abstenerse y explicarlo sin dificultades, sin temor de sufrir una sangría, pero el de ahora está paralizado por el miedo a que Podemos lo arrincone. Es la consecuencia de vivir pendiente de las redes sociales: que los argumentos se encogen ante las consignas. Y cuando pierdes la seguridad de la convicción te quedas también sin la hegemonía de la propaganda».
«Eso en el plano de las ideas. En el meramente político, la cuestión es que Pedro Sánchez ha vinculado su supervivencia al bloqueo. Tampoco la organización le ha dado una salida: todo el mundo sabe que en el momento en que Rajoy salga investido los críticos van a ir a por el secretario general en el próximo congreso. Quieren que se coma el marrón y luego sacárselo de encima. Y, claro, si le dices que él no va a ser el jefe de la oposición, lo lógico es que no quiera que se forme Gobierno… salvo que lo presida él mismo». «Lo cual nos lleva a la alternativa Frankestein, como dice Rubalcaba. Pedro puede intentar que lo rescaten Podemos y los catalanes. Eso equivaldría a salvarse él a costa de cargarse al partido, pero es natural que piense que si sale presidente ya tendrá margen de maniobra. A mí me parece muy sospechoso el silencio de un tipo tan locuaz como Pablo Iglesias: eso sugiere una estrategia. No hacer ruido como la otra vez para entrar por la gatera cuando Rajoy fracase, so pretexto de eludir las elecciones. ¿Que si los barones lo pueden impedir? Me gustaría decirte que sí porque es una barbaridad, pero… Si el Comité Federal eliminase las restricciones de pacto, Sánchez se lanzaría a negociar con los soberanistas, si no lo ha hecho ya por lo bajinis. Y no imagino a Susana ni a casi ningún otro mojándose en un mandato expreso de abstención. Le temen a la consulta con las bases: ¿queréis que gobierne Rajoy o que gobernemos nosotros? La verdad es que no veo al partido en condiciones claras de evitarlo. El poder lo aguanta todo, amigo, todo…».