ABC 23/03/14
· El colectivo que preside Nicolás Redondo Terreros considera que los aliados internacionales de la banda dañan al Estado de Derecho y a las víctimas del terrorismo
· La Fundación para la Libertad ha advertido al Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre los «perjuicios» que para los intereses del Estado de Derecho, las víctimas del terrorismo y la sociedad en general tiene la actividad de los «mediadores» o «expertos en resolución de conflictos».
Así, ha expresado su preocupación por la actividad de «determinados grupos de mediación que se arrogan una facultad arbitral sólo reconocida por ETA, sus adláteres políticos y el nacionalismo en su conjunto», y que les permite «legitimar un escenario negociador que contemple el pago de un precio político como coste de la resolución del conflicto». Para la organización que preside Nicolás Redondo Terreros, los mediadores invocan siempre una serie de pautas o reglas universalmente aplicables a todo «proceso de paz» y pasan por alto deliberadamente que España «es una democracia consolidada y no registra déficit democrático alguno que consienta equiparar la legitimidad política del Estado con la de una banda terrorista o con la de sus tentáculos políticos». Tampoco tienen en cuenta, añade, que la respuesta de la sociedad a ETA «no ha sido nunca violenta» y, por lo tanto, resulta imposible plantear una solución en términos de conflicto civil. Así, y tras subrayar que la mediación en otros procesos abocó a «la impunidad total o parcial de violadores de derechos humanos», sostiene que los mediadores «persiguen una mediación totalmente dañina para los intereses de la sociedad, a la que se desea forzar a una negociación con quienes violan sistemáticamente los derechos humanos; no debe aceptarse un chantaje a plazos».
Derrota de ETA
«Por ello el diálogo que reivindican no facilita la paz que dicen perseguir, sino que oculta la verdadera realidad en torno al terrorismo, imponiendo una narrativa que perjudica gravemente a sus víctimas, esto es, el Estado y la sociedad», insiste la Fundación para la Libertad. En su opinión, el final de ETA «solo puede ser uno: la derrota de los terroristas y la victoria del Estado de Derecho. Nunca puede resolverse la lucha contra el terrorismo en un empate y por eso carecen de la más mínima lógica las propuestas de ningún mediador de parte para resolver lo que tan impropiamente llaman el conflicto». Con este documento remitido al Consejo de Derechos Humanos de la ONU con sede en Ginebra anuncia su posición en ese foro «a la vista de los intentos de manipulación política que con toda seguridad se producirán, como ya se vienen produciendo, para devaluar el objetivo que deben perseguir todos los demócratas con respecto a la organización terrorista ETA: su derrota y disolución incondicional».