JOSÉ IGNACIO TORREBLANCA-El Mundo
El guion es el que usan todos los delincuentes. ¿Te sorprenden cometiendo un delito? Monta un escándalo denunciando al denunciante. Es lo que está ocurriendo con el ministro Borrell, cuya dimisión ha pedido el presidentTorra por nada menos que por cumplir con su trabajo llevando al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña pruebas de las actividades fraudulentas de las delegaciones del Govern en el exterior.
Porque según la Constitución, la Ley de Acción Exterior y la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, las comunidades autónomas puede tener proyección exterior única y exclusivamente en el ámbito de sus competencias, esto es, siempre que no incidan en la política exterior del Estado, que tiene competencia exclusiva en materia de relaciones internacionales. Lo que es más, según la Ley de Acción y Servicio Exterior del Estado, corresponde al Ministerio de Exteriores supervisar y coordinar la acción exterior de las CCAA, que siempre, especifica la ley, deberá respetar la Estrategia de Acción Exterior del Estado. Por tanto, el seguimiento de las actividades de estas delegaciones no solo no es anormal, sino obligatorio y reglado.
Ya sabíamos, por su agenda pública, de comunicación y sus redes sociales, que estas delegaciones incumplían la ley, actuando como embajadas de un Estado independiente en ciernes, para lo cual, además, malversaban caudales públicos. Pero ahora no solo lo verificamos sino descubrimos algo peor: que Oriol Junqueras sigue dirigiendo esas delegaciones desde la cárcel, dando instrucciones para que se busque el apoyo a su libertad entre las iglesias alemanas u organizaciones como Amnistía Internacional. Lo que confirma la petición que hace Borrell en nombre del MAEC y el Estado de cerrarlas.
Lo interesante del caso es cómo los independentistas se parecen a la Rusia de Putin, creando una campaña de desinformación que va más allá de las noticias falsas y que se apoya en tres patas: la de las redes sociales, la institucional y la mediática. Torra como Putin, haciéndose el indignado al ser pillado delinquiendo; TV3 como Russia Today y Sputnik, desinformando con fondos públicos con titulares falsos como Espionaje del Gobierno español; y la ANC y compañía linchando en redes a Borrell con la receta habitual de la granja de trolls de San Petersburgo. Todos los países de la UE han sufrido la desinformación rusa, pero solo la Generalitat y TV3 la han adoptado e imitado al pie de la letra.