EL CORREO 29/05/114
· En los escritos descodificados aparecen las iniciales YM, coincidentes con las de Yolanda Molina, defensora en el juicio que se celebra en París
La Guardia Civil facilitó a las autoridades francesas la contraseña secreta que permitió descifrar los archivos informáticos encriptados descubiertos en Burdeos en 2008 con la composición y funcionamiento del frente de abogados de ETA. Mientras la información descodificada sirvió para desmantelar en España al grupo dirigido por los letrados Arantza Zulueta y Jon Enparantza, actualmente en prisión desde enero por otra causa, la Justicia gala no actuó contra defensores habituales ante sus jurisdicciones designados por sus iniciales en los documentos descifrados.
“BLK”. Este era el sésamo para desentrañar el frente jurídico de ETA. Se encontraba en un CD-Rom enviado por las autoridades españolas a París. Figuraba en un listado de claves con las que se pensaba que se po-
Yolanda Molina, en una rueda de prensa de Etxerat en 2013. dían abrir ficheros encriptados con el programa de cifrado PGP, corrientemente utilizado por ETA.
La jueza instructora Laurence Le Vert comunicó la contraseña en enero de 2010 a sus expertos en informática, que gracias a ella lograron acceder al contenido de dos lápices de memoria USB. La magistrada transmitió a su vez la información decodificada el 2 de abril de 2010 a las autoridades españolas, que doce días después detuvieron a ocho presuntos integrantes de la estructura de ‘makos’ Halboka.
La presidenta del Tribunal Especial de lo Criminal de París, que juzga a la cúpula política capturada en Burdeos, leyó buena parte de los documentos en la vista oral de ayer. La conclusión del fiscal, Jean-François Ricard, fue que los abogados arrestados participaban directamente en la extorsión y la propuesta de objetivos, incluidos proyectos de asesinato.
En los escritos ‘Mik-Mik’, alias atribuido a Enparantza, daba detalles sobre un restaurante de Madrid frecuentado por el entonces ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba, sobre el director del Acuario de San Sebastián y acerca de un teniente coronel retirado, entre otros objetivos potenciales. Del militar, el redactor precisaba que usaba silla de ruedas y era atendido en su domicilio donostiarra por una dama de compañía que era la madre de un preso vasco. También recomendaba mandar «una carta severa para que pague» a un empresario recalcitrante.
El fiscal recordó que Enparantza, excarcelado a finales de 2010, había actuado en la misma sala de vistas como defensor de Mikel Albisu, ‘Antza’, y Marixol Iparragirre, ‘Anboto’, en el juicio celebrado en París el pasado mes de noviembre. Amaia Recarte, abogada de los procesados Igor Suberbiola y Jon Salaberria, observó que su colega gozaba de la presunción de inocencia y nada le prohibía ejercer su profesión.
«Ya sé que no está condenado y no estamos aquí para juzgarlo», replicó Ricard, quien amagó con «hablar de todo», en especial de «ciertas iniciales». «La acusación actúa con guantes y es particularmente elegante en este caso», enfatizó.
En los archivos descifrados aparecen repetidas veces la iniciales YM referidas a un miembro del frente jurídico. Coinciden con las de Yolanda Molina, abogada que defiende en el juicio a Ainhoa Ozaeta y que no ha sido inquietada por la Justicia francesa. Elegancia rima con Francia.