El Mundo 29/11/12
El PSN deja solos a los foralistas en la reprobación al alcalde de Bildu que exaltó a etarras
Los concejales de UPN en la localidad navarra de Villava volvieron a pasar la tarde del miércoles otro trago desagradable «como en los no tan viejos tiempos», aseguran desde la formación foralista. La presión de la izquierda abertzale volvió a las puertas del consistorio.
Cerca de un centenar de vecinos simpatizantes de Bildu se acercó a increpar a los cuatro ediles de UPN de la localidad, que pusieron sobre la mesa una moción de reprobación contra el alcalde, Pedro Gastearena, de la coalición abertzale Bildu.
UPN presentó esta iniciativa en el Ayuntamiento contra el primer edil para que quedara constancia de su protesta por la asistencia de Gastearena a homenajes a etarras. Entre los actos en los que participó había uno, que se celebró en Villava, que exaltaba a uno de los asesinos del matrimonio Jiménez Becerril en Sevilla.
Precisamente por este homenaje, que fue denunciado por la europarlamentaria del PP Teresa Jiménez Becerril ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional, el edil de Villava está imputado. Desde UPN se denuncia cómo la coalición abertzale tiene el doble rasero: exige la dimisión de todos los cargos públicos que resulten imputados salvo los suyos. Ayer, UPN quiso reprobar al alcalde. Pero se quedó solo. Todos votaron en contra de la iniciativa foralista salvo los socialistas, que optaron por abstenerse.
Pero lo duro fue la llegada de los cuatro ediles promotores de la moción al Ayuntamiento. Allí les esperaba cerca de un centenar de simpatizantes de la izquierda abertzale. «UPN, kampora», «txakurras», «torturadores»; los clásicos gritos y consignas lanzadas durante décadas por Batasuna y sus seguidores para tratar de presionar siempre a los representantes de las formaciones democráticas.
La presión en la calle, de nuevo, contra los que denuncian a los que participan en homenajes a los etarras. En el pleno, ya dentro del Ayuntamiento, volvió la calma. Pero la presión sobre los ediles de UPN ya estaba hecha. Y la soledad en la que les dejó el PSN incrementó la sensación de acoso a los concejales foralistas en Villava.
Finalmente, el alcalde de la localidad navarra, que estuvo presente en la iniciativa, salió sin ser reprobado.