La izquierda abertzale se fija el reto de ganar en escaños para gobernar Euskadi

DIARIO VASCO, 12/3/12

Sitúa la clave en Araba y potencia a Maribi Ugarteburu como posible alternativa a Otegi. La formación independentista se abre a acuerdos postelectorales con los socialistas

La izquierda abertzale oficial regresó el pasado jueves al Parlamento Vasco siete años después de su salida por la ilegalización de Batasuna. Lo hizo de la mano de Eusko Alkartasuna para ofrecer en la sala de prensa su opinión ante las iniciativas del lehendakari. Fue una imagen inusual que la formación independentista no sólo pretende convertir en habitual, sino que aspira a más: a ganar en escaños y gobernar en la Comunidad Autónoma Vasca. Una determinación con la que pretende dejar claros sus objetivos frente a quienes vaticinan que su presumible éxito electoral no se traducirá en ningún caso en su acceso al poder.

La última encuesta del Euskobarómetro, que vaticina una cerrada pugna entre el PNV y la coalición soberanista articulada en torno a la izquierda abertzale, ha animado a los estrategas de la fuerza independentista. Su reto es claro: sabedores de que superar en votos totales a los jeltzales es complicado, por su fuerza en Bizkaia, el territorio más poblado, el reto es ganar en escaños y tomar la iniciativa para intentar el asalto a Ajuria Enea, según fuentes del mundo de Batasuna. El sistema de reparto de parlamentarios, 25 para cada uno de los tres territorios, independientemente del número de habitantes, les puede beneficiar.

Según la última encuesta, el PNV lograría entre 22 y 23 asientos, y la coalición de la izquierda abertzale, EA, Aralar y Alternatiba, de 19 a 22. El PSE-EE se quedaba en 16 y el PP, en 14. Sólo Ezker Anitza (0-3) tiene alguna pequeña posibilidad de colarse entre las cuatro grandes culturas del país. La izquierda abertzale se ve capaz de voltear estos guarismos y está dispuesta a poner toda la carne en el asador. Para ello confían en apuntalar su ventaja en Gipuzkoa y mejorar en Bizkaia para acercarse al PNV. Sin embargo, la clave, según las fuentes consultadas, radicará esta vez en Araba.

El territorio alavés ha sido tradicionalmente el menos proclive al voto independentista, pero la izquierda abertzale ha experimentando una notable, incluso sorprendente, según consideran, mejoría en las dos últimas citas con las urnas: las municipales (Bildu) y las generales (Amaiur). Unos datos basados, además, en factores sociológicos nada desdeñables, apuntan los estrategas de la izquierda aber-tzale, que han percibido en las últimas elecciones cómo han atraído votantes con un perfil relativamente novedoso que quieren explotar: el de un elector joven y profesionalmente bien establecido.

Tablero de alianzas

De todas formas, para lograr el Gobierno Vasco, a la coalición soberanista no le bastará con sumar más escaños que el resto. Necesitará tejer alianzas postelectorales, quizás el aspecto más complicado. Descartado que el PNV o el PP pudieran favorecer su acceso al poder, las miradas se dirigen al PSE-EE. Las heridas causadas por el terrorismo no permiten una alianza, pero tampoco está claro que los socialistas vayan a aupar a los jeltzales a Ajuria Enea después de la sima abierta entre ambos en esta legislatura. Así las cosas, la izquierda abertzale confía en lograr esa primera posición en escaños, que el PSE-EE no apoye al PNV y que, sobre todo, la suma PNV-PP no logre mayoría absoluta.

El independentismo vasco confía además en desbrozar el camino para la colaboración en clave de izquierdas con el PSE-EE. Se agarra a los acuerdos fiscales que, por ejemplo, se han logrado en Juntas de Gipuzkoa. En cualquier caso, no parece que el entendimiento entre la izquierda abertzale y los socialistas pudiera ir más allá de cuestiones sectoriales puntuales.

El segundo pilar básico para las autonómicas es el candidato a lehendakari. La izquierda abertzale tiene en cartera varios. El principal es Arnaldo Otegi, el exportavoz de Batasuna actualmente preso por el caso Bateragune (reconstrucción de la izquierda abertzale) y todo un icono para este sector político. En abril se conocerá la sentencia al recurso que pide su libertad. Si finalmente sale a la calle sería, probablemente, el designado, aunque habrá que esperar a comprobar que sobre él no pese ningún tipo de inhabilitación. La coalición soberanista necesita un aspirante de peso para hacer frente a la potente nómina de adversarios que se perfila, que podría estar formada por el lehendakari, Patxi López, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, y Antonio Basagoiti por el PP.

Tirar de cantera

Pero ante la eventualidad de no poder contar con Otegi, la izquierda abertzale guarda en la recámara nuevos rostros. El más relevante, según las fuentes consultadas, es el de Maribi Ugarteburu, actual portavoz de la izquierda abertzale y que, precisamente, fue la persona que habló el jueves en la Cámara vasca. De 42 años, la exalcaldesa de Amoroto y exportavoz de Udalbiltza (asamblea de electos soberanistas) de la izquierda abertzale es una política con proyección que ha ido ganando protagonismo. El mundo de Batasuna apuesta por ella por su perfil moderado y las tablas adquiridas en sus numerosas comparecencias públicas. Además, podría ser la única mujer candidata, lo que otorgaría un plus.

En todo caso, la izquierda aber-tzale baraja también algún otro nombre, de perfil más independiente, en línea con los candidatos de Bildu y Amaiur. No obstante, el nombre del candidato a lehendakari no es todavía la prioridad, centrada en lograr para el verano la legalización del nuevo partido Sortu.

El mundo de Batasuna quiere también tirar de cantera con dirigentes que no llegan a los cuarenta años. Uno de los de mayor proyección es el joven dirigente alavés Hasier Arraiz, la persona que acompañó a Ugarteburu el jueves a la Cámara. Arraiz, de hecho, podría estar llamado a jugar un papel importante en la batalla electoral alavesa. Otros nombres que se dan por seguros en las listas son los de los dirigentes de EA, Pello Urizar, y Alternatiba, Oskar Matute.

A pesar de que el lehendakari y su socio del PP insisten en agotar la legislatura y no llamar a las urnas hasta febrero de 2013, en la izquierda abertzale calculan que la crisis económica y lo que consideran errática gestión de López del final de ETA obligarán a convocar comicios en otoño. Una opción que tampoco descartan en Navarra, donde gobiernan UPN y socialistas. La formación soberanista no tiene prisa, al menos hasta conocer el futuro de Sortu, aunque poco a poco comienzan a agitar la bandera del adelanto electoral.

DIARIO VASCO, 12/3/12