DIARIO VASCO, 29/10/11
El lehendakari dice que «en este nuevo tiempo es necesaria la concurrencia de todos». Exige a Etxeberria que «quien ha tolerado la violencia de ETA reconozca el dolor causado»
La decisión de ETA de dejar definitivamente la violencia ha animado a la izquierda abertzale a forzar su salida de la ilegalidad para ser tratada como un formación política más, en igualdad de condiciones con el resto. Rufi Etxeberria aprovechó ayer la reunión de tres representantes de Bildu con el lehendakari para trasladar a Patxi López que la izquierda abertzale pretende que su relación con instituciones como el Gobierno Vasco no se reduzca a rondas de contacto excepcionales como la que está celebrando estos días el lehendakari tras el comunicado de ETA, sino que se normalice sin esperar a que el Tribunal Constitucional decida sobre el recurso de Sortu.
El encuentro de ayer en Lehendakaritza supuso un hito en la historia reciente vasca, ya que el lehendakari volvía a recibir a un dirigente de la izquierda abertzale sin representación institucional después de varios años en los que esta opción política ha estado fuera de la legalidad. Fue la imagen que mejor representó ese «nuevo tiempo» del que casi todos hablan tras el cese definitivo de la actividad armada de ETA. No era la primera vez que López y Etxeberria se veían las caras -ya lo hicieron hace cinco años en San Sebastián junto a otros dirigentes del PSE y Batasuna, durante la penúltima tregua de ETA-, pero la novedad es que entonces López aún no era lehendakari.
La reunión de ayer, a la que también asistieron Pello Urizar por parte de EA y Oskar Matute en representación de Alternatiba, se desarrolló en un tono cordial, aunque en las explicaciones posteriores todos los participantes incidieron más en lo que habían reclamado a la otra parte que en los puntos de encuentro. Aunque algunos hubo, ya que el lehendakari recogió el guante de la izquierda abertzale a favor de su participación activa en la vida política vasca y reconoció que «en este nuevo tiempo es necesaria la concurrencia de todos». Tampoco fue mucho más allá.
Tras la reunión, en su comparecencia ante los medios, Etxeberria reconoció la importancia del encuentro con el lehendakari de cara a ir normalizando relaciones entre partidos e instituciones y planteó la necesidad de que se impulse un foro extraparlamentario para buscar soluciones al conflicto. Consciente de que la decisión del Constitucional sobre Sortu no llegará en ningún caso antes de las elecciones generales del 20-N y que aún podría demorarse durante meses, Etxeberria consideró «fundamental» que las relaciones de la izquierda aber-tzale con el resto de los partidos encuentren un cauce normalizado.
Diálogo con Navarra
Otra de las reivindicaciones de los representantes de Bildu fue que el lehendakari abra un diálogo con la presidenta del gobierno navarro, Yolanda Barcina, para que sus respectivos parlamentos se impliquen en «afrontar las causas del conflicto político». No sin antes recordar que, para que esa tarea pueda salir adelante, «es necesario que la izquierda abertzale recupere su representación en ambas cámaras».
Además, Etxeberria, Urizar y Matute hicieron un llamamiento a los gobiernos español y francés para que establezcan «sin mayor dilación» un cauce de diálogo con ETA con el fin de abordar las consecuencias del «conflicto político».
Al ser preguntado por las víctimas, Etxeberria señaló que es un tema que está en su «agenda» y que merece ser tratado «en profundidad», aunque trasladó al lehendakari que la cuestión de los damnificados debe ser abordada «en su conjunto» y rechazó «establecer diferencias entre víctimas producidas por las distintas violencias que han asolado este país».
Patxi López no compareció ante los medios tras el encuentro, aunque el Gobierno Vasco emitió un comunicado que resumía la posición del lehendakari en la reunión con Bildu. Hacía referencia, al menos, a una serie de reclamaciones que López transmitió a sus interlocutores, especialmente a Etxeberria como representante de la izquierda abertzale. El lehendakari exigió a la antigua Batasuna que «reconozca el daño causado» por haber «apoyado, justificado y consentido la violencia de ETA».
Recordó que este encuentro «no hubiera sido posible días atrás», antes del comunicado de ETA, y destacó que «quienes han tolerado la violencia de ETA tienen que aceptar un especial compromiso con la convivencia». Exigió que el reconocimiento del daño causado se produzca también en las instituciones que gobierna Bildu.
En contra de las urgencias
Con respecto al momento actual, el lehendakari criticó el apremio de Bildu para que las instituciones democráticas respondan con premura al fin de la violencia de ETA y dijo que «las urgencias no pueden marcar el tiempo de la libertad». Le recordó a Etxeberria los dos años que ha tardado la izquierda abertzale en dar los pasos que han precipitado los acontecimientos y han provocado la renuncia de ETA a la violencia.
López trasladó a la coalición que irá adoptando en cada momento las acciones que considere oportunas para afianzar la libertad y la convivencia, aunque anunció que no dudará en tomar «las medidas que ayuden a superar definitivamente el ciclo terrorista y sus consecuencias».
Con respecto a la cuestión de los presos, López confió en que en este nuevo tiempo sea posible una política penitenciaria «más abierta y más libre para todos los afectados».
DIARIO VASCO, 29/10/11